La reforma de la regulación eléctrica emprendida por el Gobierno del PP incluye un mecanismo automático para subir la parte regulada del recibo de la luz (peajes) cuando se incurre en déficit. Esto es, cuando lo que pagan los consumidores no alcanza para cubrir lo que cuesta transportar y distribuir la electricidad, garantizar las retribuciones de los productores de energías renovables o pagar los intereses de la deuda acumulada... Se trata de un procedimiento que intenta preservar la sostenibilidad económica del sistema y funciona así: cuando el desfase rebasa el 2% de la previsión de ingresos o el 5% de la deuda acumulada, los peajes se revisarán de manera automática.

La propuesta del Ministerio de Industria para rebajar el recibo de las empresas con contratos de suministro de media tensión, siempre que las líneas a las que están conectadas tengan entre 30 y 36 kilovoltios, implica un riesgo de incurrir en déficit. En el supuesto de que, por el comportamiento de la demanda u otras circunstancias, tal rebaja no sea compensada por otros ingresos, se cargaría automáticamente sobre el precio de los peajes. Esta es una de las advertencias que ha formulado la CNMC: la rebaja a la industria vasca obligará a subir la luz a otros consumidores si se quiere cumplir la ley y evitar el déficit. El Gobierno podría encontrarse con ese dilema en 2015, con dos citas electorales en el calendario.