Tras dos meses en paro, la candasina Belén Suárez, de 45 años, ha vuelto a los fogones. En esta ocasión, de una pizzería, "El Diañu. Las cosas salieron bien y Suárez ahí sigue, con las manos en la masa. "Me llamaron; tuve suerte. Porque estar en el paro es horroroso, lo pasas muy mal", confiesa. Tiene contrato de cuatro horas y se muestra contenta.