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El reparto territorial de la riqueza 4

Los polos opuestos de la industria

Avilés y Siero registran una caída de rentas vinculada en el primer caso al desplome de la construcción y en el segundo al del sector secundario

Polígono de Bobes en Siero.

Avilés y Siero son polos de actividad productiva y de dinamismo empresarial en Asturias, sin embargo sus habitantes no lo notan en los bolsillos. Las rentas disponibles han bajado de forma notable en los últimos años. El avance del sector terciario en ambas economías redujo los sueldos medios y la crisis hizo que se desplomara el hinchado sector de la construcción de Avilés. Su industria resiste al calor de las grandes empresas del metal, pero no así la de Siero, que sufrió una caída de empleo que se sumó a la de los servicios y el ladrillo. Entre 2007 y 2014, Avilés perdió el 12% de sus puestos de trabajo, mientras que en Siero la sangría laboral se elevó al 21%, una de las tasas más altas de la región.

La publicación "La renta de los municipios asturianos" que acaba de difundir la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) muestra como Avilés y Siero -tercer y cuarto concejos más poblados de Asturias- ya no están en los primeros puestos de la clasificación en rentas disponibles por habitante. Avilés, con 13.686 euros, ha caído al décimo lugar y Siero, con 13.588 euros, está un puesto por debajo, el undécimo. La curva de evolución de la última década ha sido similar. Durante los primeros años de la crisis las rentas por habitante en Avilés y Siero siguieron subiendo, pero en 2008 se produjo el punto de inflexión y empezaron a caer. Las causas no son las mismas en uno y otro concejo.

En Avilés la crisis afectó sobre todo al sector de la construcción, que se había inflado con los nuevos ensanches residenciales y los equipamientos públicos. El sector llegó a tener 6.235 empleos en Avilés en 2007 y en 2014 se quedó en 1.229. La crisis del ladrillo se cobró 4.706 empleos y su valor añadido interior bruto se redujo el 63% entre 2006 y 2012. La caída en los servicios fue menor, de 1.195 puestos de trabajo, y en algunas ramas como la hostelería incluso aumentó en 152 empleos, gracias en parte al tirón turístico del centro cultural Niemeyer.

Con la crisis, Avilés perdió un total de 3.912 empleos y la caída no fue mayor gracias a la industria. La reconversión de finales del pasado siglo dejó el sector muy diezmado. Aún así, cerró el siglo con 8.798 empleos que a las puertas de la crisis, en 2007, se habían reducido a 4.494. Sin embargo, desde esa fecha y hasta 2014, la industria recuperó un total de 2.095 puestos de trabajo, la mayor parte dentro del sector del metal, que en el concejo está muy vinculado a la marcha de empresas multinacionales como Arcelor-Mittal, Asturiana de Zinc y Alcoa. Entre 2006 y 2012, el valor añadido interior bruto de la industria avilesina aumentó el 1,4% según los datos de Sadei.

El polo opuesto a la industria de Avilés es la de Siero. En el concejo del centro de la región -cuya posición estratégica está reforzada por el paso de hasta cinco autovías- la industria perdió un valor añadido del 15,2% entre 2006 y 2012 a pesar de contar con la mayor empresa regional alimentaria: Capsa. Y en cuanto al empleo, en el periodo comprendido entre 2007 y 2014 se destruyeron 1.463 puestos. La caída laboral en la industria sierense se sumó a las registradas en los sectores de la construcción (1.546 empleos menos) y de los servicios (2.207 empleos menos).

El sector servicios es la columna vertebral de la economía de Siero, concejo que alberga centros comerciales de impacto regional. El valor añadido interior bruto del sector terciario se redujo el 4,9% entre 2006 y 2012, pero prácticamente se mantuvo estable dentro de la rama del comercio e incluso aumentó en la de la hostelería. El descenso de los servicios lo capitalizó la rama de los transportes, con una fuerte implantación en el concejo -con varias empresas y cooperativas de logística- y que es muy sensible a los periodos de crisis.

Durante el periodo de crisis 2007-2014, Siero perdió 5.446 puestos de trabajo, lo que representa una caída del 21,4% de su empleo total. Esa destrucción ha tenido reflejo en las rentas medias disponibles de los habitantes junto a otros factores como el descenso de las prestaciones sociales vinculadas a la minería (a diferencia de en los valles del Nalón y el Caudal, la actividad minera en Siero cesó hace ya una década con la clausura de Pumarabule, con lo que el número de prejubilados y jubilados del sector cae año a año) o la atracción de excedentes de población de Oviedo. Fernando Rubiera, coordinador del Laboratorio de Análisis Económico Regional (Regiolab) de la Universidad de Oviedo, destaca como los altos precios de la vivienda en Oviedo han provocado "una fuga" de población joven con rentas bajas que trabaja allí hacia núcleos como Pola de Siero y Lugones, con los pisos más baratos.

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