La dirección de Arcelor-Mittal en España y los sindicatos no consiguieron ayer cerrar, tras más de diez horas de reunión, un nuevo acuerdo marco para la mayor compañía industrial de Asturias. Las diferencias sobre el tramo variable del sueldo y la distribución irregular de la jornada se mantienen, aunque las negociaciones aún no se han roto. Hoy seguirán buscando un acuerdo y las centrales ya han advertido de que si no se alcanza comenzarán a plantear movilizaciones.

Los representantes de los trabajadores apuntaron, tras la reunión de ayer en Madrid, que no se podía hablar de avances. No obstante, desde una de las centrales mayoritarias se destacó que al menos "empezamos a escucharnos unos a otros". El principal punto de colisión sigue siendo el de los salarios y en concreto su tramo variable, que el gigante siderúrgico Arcelor-Mittal quiere mantener a toda costa y que se ha traducido en los últimos tres años en recortes económicos para los trabajadores. Durante las negociaciones de las últimas semanas, la multinacional se mostró dispuesta a establecer unos nuevos criterios para fijar el sueldo variable e incluso a ligarlo únicamente a los resultados económicos (en concreto al Ebitda), eliminando otros criterios que se estaban utilizando como el absentismo laboral, la siniestralidad o la atención al cliente.

Por su parte, los sindicatos UGT, CC OO, USO, ELA y LAB reclaman la eliminación total del tramo variable del sueldo, que el pasado año fue del 8,5% y que en sus tres ejercicios de vigencia ha supuesto un recorte salarial medio de cerca de 4.500 euros por trabajador. Las centrales consideraran que las condiciones de crisis que motivaron su implantación ya están superadas y por ello han establecido, como línea roja en la negociación, la recuperación de las condiciones anteriores, con la percepción mensual del sueldo íntegro, sin tramos variables.

Empresa y sindicatos también discrepan sobre la distribución irregular de la jornada, con la creación de bolsas de horas de libre disposición para que la compañía adapte la producción a las necesidades del momento. La dirección de la multinacional quiere mantener la bolsa 80 horas de los últimos tres años y las centrales bajarla a 40 horas, las mismas que había antes del acuerdo marco que se negoció en 2012, cuando la mitad de las instalaciones de Arcelor-Mittal en Asturias estaban paradas y no se veía una salida al túnel de la crisis.

Representantes de los sindicatos UGT, CC OO y USO coincidieron ayer en señalar que el sueldo variable y la bolsa de horas siguen siendo los puntos de choque que impiden el acuerdo y esperan que hoy haya un cambio de postura por parte de la dirección de la multinacional para cerrar el acuerdo. De no producirse el acercamiento, las sindicatos ya han anunciado que comenzarán a tomar medidas, con la convocatoria de movilizaciones. "Algo habrá que hacer para desatascar esta situación, no podemos estar negociando indefinidamente", señaló uno de los representantes sindicales tras la maratoniana reunión de ayer. "Los cierto es que esperábamos más de la reunión, pero la mesa sigue abierta", añadió otro de los representantes de los trabajadores.

La mesa de negociación del VI acuerdo marco de Arcelor-Mittal fue constituida el 6 de noviembre de 2015 y, desde entonces, se han celebrado reuniones en la sede de la multinacional en el barrio madrileño de Villaverde casi todas las semanas. Ambas partes han cedido sobre sus pretensiones iniciales. Los sindicatos planteaban al principio unas subidas salariales del 1,5% en 2016, del 2% en 2017 y del 2,5% en 2018 y posteriormente aceptaron reducir un punto porcentual sus pretensiones. Sin embargo, la empresa solo ha mostrado disposición a subir los sueldos el 0,5% y a partir de 2017 por la inestabilidad del mercado del acero.

En lo que sí están de acuerdo ambas partes es, por ejemplo, en prolongar el sistema de prejubilaciones a los 61 años vinculadas a contratos relevo.