Las autoridades chinas, que están impulsando un proceso de transición de su modelo productivo hacia un patrón de crecimiento con mayor contribución del consumo y los servicios, y con una menor dependencia de las exportaciones, han anunciado un plan de ajuste de capacidad en su sector fabril, muy sobredimensionado, con cuantiosos recortes de empleo en la industria pesada, y que podrían afectar a tres millones de trabajadores y a cientos de plantas de titularidad estatal.
El acero y el aluminio serán dos de los sectores afectados por el plan de reconversión industrial que promueve Pekín para contener el exceso de producción. Muchos fabricantes están exportando este tipo de producciones por debajo de coste ("dumping"), según la acusación de sus competidores europeos y de otros países avanzados. La presión a la baja de los precios por estas prácticas está causando graves perjuicios a las industrias occidentales.
Alcoa y Arcelor-Mittal, ambas con plantas en Asturias, son dos de las compañías que están afrontando la erosión de márgenes por la competencia barata china. Arcelor -Mittal acaba de anunciar el cese indefinido de producción de la acería compacta de Sestao.
Los ajustes que está anunciando China desde hace una semana podrían servir de alivio a la caída de precios pero no parece que vaya a servir para corregirla en su totalidad, dado que se están manejando cifras de recorte de volúmenes de fabricación inferiores a las tasas estimadas de sobreproducción, por lo que previsiblemente continuarán los excedentes, aunque menores. En el caso de la siderurgia, las cifras avanzadas por Pekín supondrían la supresión de 400.000 de los 1,8 millones de empleos del sector, y la renuncia a un producción de hasta 150 millones de toneladas anuales, la mitad de la sobreoferta estimada en el mercado.
La reconversión afectará a otros sectores de materias básicas y de bienes intermedios, como el carbón y el cemento. La industria china se sobredimensionó por las políticas de estímulo adoptadas a partir de 2008 para neutralizar los efectos de la recesión internacional. Esto generó varias "burbujas", entre ellas la industrial. Las autoridades quieren ahora reducir pérdidas en la gran industria pública y liberar recursos para fomentar los sectores vinculados a la demanda interna.
