Renfe logró en 2015 el primer beneficio de su historia, al cerrar el ejercicio con una ganancia de 37,3 millones de euros, frente a los 'números rojos' de 209 millones del año anterior. La operadora logró además superar sus pérdidas un año antes respecto al objetivo inicialmente fijado en su plan estratégico y lo consigue gracias al impulso del negocio de Alta Velocidad (con un beneficio de 91 millones) y al recorte de gastos. Al resultado de Renfe también ha contribuido el importe de 96 millones que la compañía se ha anotado por derechos pendientes gracias a un acuerdo logrado con Adif sobre superficies de uso. Asimismo, ha obtenido 182 millones de deudas pendientes de cobro a lo largo del pasado año. En el lado opuesto, la operadora provisionó 49,8 millones para cubrir el coste del plan de desvinculación voluntaria de trabajadores.