"Los estudiantes prefieren estar en el aula a llenarse de grasa. Es menos atractivo". La frase pronunciada por el presidente del Consejo Asturiano de Formación Profesional, Ramón Canal, ilustra la poca demanda que tienen los cursos ligados al sector del metal. Siempre suelen quedar plazas por cubrir porque quienes se decantan por este tipo de formación no la consideran como una alternativa, pese a que estos oficios tienen las mayores tasas de inserción laboral de la FP.

El caso contrario se da en la rama sanitaria. Allí las solicitudes de los estudiantes desbordan cada curso a la oferta disponible. "Siempre quedan peticiones sin atender", resalta Canal. Y eso que la tasa de inserción laboral se ha ido reduciendo en los últimos años a medida que el Gobierno congelaba la plazas públicas a cubrir. Aún así, Canal asegura que algunos oficios como el de auxiliar de enfermería aún tienen una alta demanda entre las empresas. Lo mismo ocurre con el cuidado de dependientes.