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La inversión exterior en empresas españolas sigue por debajo del nivel de 2011

El Gobierno de Rajoy no logra igualar las tasas de entrada de capitales de la época de Zapatero pese a la mejora desde 2013

La inversión exterior en empresas españolas sigue por debajo del nivel de 2011

El aumento de la inversión extranjera en participaciones de capital en empresas españolas en 2015 (el 9,6% en término brutos y el 17,7% en volumen neto más que en 2014) no ha permitido que el Gobierno de Rajoy alcanzase o se aproximase durante sus cuatro años de mandato a las tasas de inversión internacional que se registraron en España en la anterior legislatura (la primera de la crisis económica), bajo la presidencia de Rodríguez Zapatero

Con los datos difundidos anteayer por el Ministerio de Economía y Competitividad, que dirige en funciones Luis de Guindos, España captó el año pasado una inversión extranjera total bruta en el capital de empresas de 22.695 millones, el 35% menos que los 34.982 millones que entraron en España en 2011, el último ejercicio de Zapatero.

En términos netos (diferencia entre entrada y salida de capitales exteriores), la diferencia es aún mayor porque la inversión neta en España en 2011 fue de 30.549 millones y el año pasado sólo se alcanzaron 17.026 millones, el 44,3% menos.

En realidad, 2011, el cuarto año de la crisis económica, y 2008, el primero de la recesión, fueron los dos ejercicios de mayor entrada de capital extranjero en España, aunque la percepción popular sea la contraria. 2008 fue un año récord de entrada de capitales externos para tomas de participación o ampliaciones en empresas españolas y 2011 fue el tercer mejor ejercicio desde 2003.

Durante los siete años transcurridos de la Gran Recesión, sólo en 2012, el primer año de Gobierno de Rajoy, hubo fuga de capitales. Si en 2011, la inversión directa neta de capitales (diferencia entre las entradas y las salida) fue favorable a España en 30.549 millones, en 2012 hubo una salida neta de 2.761 millones, que es la cifra en la que, por vez primera y hasta ahora única, las desinversiones superaron a las inversiones. La fuga en 2012 fue muy intensa (11.722 millones) en las posiciones inversores que se realizan a través de las denominadas Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE).

Las salida neta de 2012 ocurrió en el año en el que la prima de riesgo española alcanzó un registro récord (649 puntos básicos) y el interés del bono español a diez años remontó hasta el nivel crítico del 7,75%. Todo ello abocó a un cambio de política monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE), que comenzó entonces su ofensiva, y a la solicitud de ayuda financiera a la Troika por parte de España

En la primera legislatura de la crisis económica (2008-2011) sólo hubo un ejercicio (2009) con menos entrada de capital neto (13.331 millones) que durante el cuatrienio de Rajoy, con la excepción de 2012, que fue el peor ejercicio de las dos legislaturas.

Ahora, y con los datos del departamento de De Guindos, se ha sabido que la inversión extranjera volvió a ser en 2015 (y pese a la mejora desde 2013) inferior a las de 2008, 2010 y 2011, tanto en términos brutos como netos, y lo mismo en cualquiera de sus dos subgrupos: la que se realiza a través de las ETVE y la que se tipifica como inversión productiva.

La inversión realizada a través de las ETVE sumó en términos netos 5.908 millones en 2011 y 841 millones en 2015 (el 86% menos). Y la inversión productiva alcanzó los 16.184 millones netos en 2015, el 34,3% menos que los 24.641 millones de 2011. Esta inversión directa en empresas se desglosa en dos epígrafes: las empresas cotizadas en Bolsa y las no cotizadas. En 2011, el grueso de la inversión se hizo en sociedades que no se negociaban en los parqués, mientras que en 2015 el volumen inversor se dirigió fundamentalmente a compañías que sí están en Bolsa.

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