El temor a que el Reino Unido pueda decidir el día 23 abandonar la UE (el llamado "Brexit") y la incertidumbre sobre la decisión que tome esta semana la Reserva Federal (el banco central de EE UU) sobre los tipos de interés en su país volvieron a penalizar ayer a las bolsas europeas. Las grandes plazas del continente cerraron en negativo y también las asiáticas y las americanas.

El índice español Ibex 35 cedió el 2,2% y cerró -con todos sus valores en rojo- en los 8.303,8 puntos básicos, un nivel no vista desde abril. El mayor castigo se lo llevó en Europa la Bolsa de Milán, que cayó el 2,91% y que se vio obligada a suspender la cotización de cinco bancos del país (Banca Popolare Milano, Banca Popolare Emilia Romagna, Ubi Banca y Banca Mediolan) cuando perdían entre el 4,9 y el 8,8%, en medio de una gran volatilidad y el intenso nerviosismo de los inversores.

Londres cayó el 1,16%; París, el 1,85%; y Francfort, el 1,8%. Antes de que abriesen los parqués europeos, las grandes bolsas asiáticas ya había clausurado la jornada en negativo, con retrocesos superiores al 3%: el índice selectivo Nikkei, dede Tokio, descendió el 3,51%; y en China, el mercado Shanghai retrocedió el 3,21%; el de Shenzen, el 4,76%, y el selectivo CSI300, que agrupa a las principales empresas cotizadas en ambas plazas, se dejó el 3,1%.

En América, las grandes bolsas (caso de Nueva York, México, Buenos Aires, São Paulo y otras) abrieron también a la baja tras el negativo comportamiento de los parqués asiáticos y europeos.

La cotización del petróleo tampoco ayudó porque tras la recuperación parcial de su precio en los últimos meses (desde los 28 dólares el barril al entorno de los 50) está mostrando síntomas de flaqueza para rebasar este nivel. Ayer, el petróleo de tipo Texas para entrega en julio abrió con un descenso del 1,71% (-0,84 dólares) y cotizaba a 48,23 dólares el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex).

A medida que se aproxima el referéndum británico del día 23 sobre la continuidad o no del Reino Unido en la Unión Europea, el nerviosismo en todos los bloques se acrecienta por el temor al efecto de turbulencias en cascada. Tampoco tranquiliza las dudas sobre la política monetaria de EE UU.