Caja Rural de Asturias ha suprimido las limitaciones territoriales y sectoriales que figuraban en sus estatutos para acceder a la condición de socios cooperativistas de la entidad.

Con la nueva redacción, aprobada ayer por la asamblea de la cooperativa de crédito, se abre la sociedad a potenciales cooperativistas del "ámbito territorial de la Caja Rural" (que es el conjunto de la región), y no sólo del "medio rural" como figuraba antes en el texto, y, en cuanto a los profesionales, empresas, empresarios y titulares de licencias fiscales y sus empleados que pudieran incorporarse, ya no se excluye a ningún sector productivo, cuando hasta ahora estaba limitado a personas físicas y jurídicas del "medio rural", a quienes desarrollasen "su actividad en el sector primario, agroalimentario y forestal" y a quienes actuasen en sectores "mayoristas y detallistas, transportes, artesanías y similares". Hasta ahora ya se permitía de facto la incorporación de socios no rurales, pero no estaba recogida esta posibilidad en las normas de la entidad.

Los nuevos estatutos excluyen por vez primera en la historia de la entidad como socios posibles a "comunidades de bienes y administraciones públicas" y mantiene el veto que ya existía a "otras entidades de crédito, salvo las de naturaleza cooperativa". La entidad prevé finalizar este año con un crecimiento del volumen de negocio del 1,4%.

En el exterior de la asamblea se produjo una protesta sindical por el despido del director de una oficina de Caja Rural de Asturias.