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El metal asturiano, con viento marino de cola

Las empresas del Principado compensan el hundimiento del negocio vinculado al petróleo con la fabricación de componentes y barcos para los parques de aerogeneradores que se construyen en aguas del norte de Europa

El metal asturiano, con viento marino de cola

La industria pesada asturiana ha encontrado un tesoro en medio del mar. Primero fue el negocio de las plataformas petrolíferas y ahora, tras la caída del precio del crudo, el rumbo se ha orientado hacia los parques eólicos marinos. El denominado sector "offshore" mantiene a flote al metal del Principado.

Asturias no cuenta ni con plataformas petrolíferas ni con parques de aerogeneradores en alta mar tras quedar aparcado el proyecto experimental "SeAsturlab" frente a la costa de Gijón que lideraba la Universidad de Oviedo. Ni tan si quiera se construyen molinos de viento en tierra tras el parón vinculado a los cambios regulatorios estatales en las renovables, que han provocado la renuncia a 31 proyectos de parques en el Principado. Aún así, la industria pesada asturiana sigue alimentándose del sector energético. "El binomio energía-industria sigue siendo muy importante en la región y el ejemplo más claro es la cantidad de empresas asturianas del metal que fabrican componentes para el aprovechamiento de la energía eólica", destaca Isaac Pola, director general de Minería y Energía del Principado.

Ahora buena parte del negocio eólico está en el mar. En 2015 se pusieron en servicio más de 3.000 megavatios de eólica marina en Europa con inversiones de 18.000 millones de euros. En ese negocio se han embarcado compañías asturianas que ya tenían experiencia en el sector "offshore" vinculado al negocio petroquímico y gasístico (oil & gas). En el Principado se fabrican pilotes para anclar las instalaciones, estructuras para sostener las torres (jackets), fustes, componentes del aerogenerador y la chapa gruesa necesaria para construir todos esos elementos. También sistemas flotantes e incluso buques de mantenimiento para las torres.

Astilleros Gondán, con instalaciones en Castropol, había encontrado en la construcción de barcos de apoyo a plataformas petrolíferas uno de sus principales nichos de negocio, una alternativa a la demanda menguante vinculada a la pesca. "La caída del precio del crudo acabó con ese mercado ligado al petróleo y tardará en recuperarse. Eso nos hizo polvo, pero ha surgido la alternativa de los barcos de apoyo a parques eólicos marinos", señala Álvaro Platero, presidente de Gondán y de la patronal de astilleros Pymar.

El pasado día 16, en el astillero de Figueras, se realizó la puesta de quilla del primer buque que construye Gondán para el mantenimiento de torres eólicas. Se trata de un barco de 81 metros de eslora y 17 metros de manga preparado para transportar a 30 técnicos y equipado con una grúa 3D de última tecnología y una pasarela autocompensada que permitirá el traslado del personal de mantenimiento desde el barco hasta el área de trabajo sobre una superficie estable y segura pese a los olas. Este barco y un segundo gemelo han sido encargados por el armador noruego Ostensjo Rederi para realizar el mantenimiento de las turbinas del parque eólico marino Race Bank, perteneciente a Dong Energy y situado en el Mar del Norte, a 30 kilómetros de la costa de Norfolk, en Inglaterra.

Asturfeito, empresa de bienes de equipo con talleres en Tabaza (Carreño), Parque Empresarial Principado de Asturias (Avilés) y Baiña (Mieres) también ha cambio petróleo por aire marino. "Durante los años de la crisis el sector del oil & gas offshore fue uno de los que más tiró de nuestra actividad, pero ante los síntomas de agotamiento por la caída de los precios del petróleo hace dos años diversificamos nuestra actividad hacia el sector de los bienes de equipo para la energía eólica marina y estamos fabricando componentes para aerogeneradores", afirma Belarmino Feito, fundador y presidente de Asturfeito, que añade que "diversificar te obliga a invertir para después poder cosechar". La compañía ya ha atendido dos pedidos para fabricar elementos metalmecánicos de la turbina de los generadores para dos proyectos de parques eólicos marinos en Estados Unidos (el primero que se pone en marcha en el país) y Alemania.

Antes que Asturfeito, Ingeniería y Diseño Europeo (Idesa), con factorías en Gijón y Avilés, ya había aprovechado su saber hacer en el oil & gas para penetrar en la eólica marina diseñando y fabricando fundaciones de acero: monopilotes para enraizar la estructura y piezas de transición. Además Idesa, con el apoyo de la Fundación Prodintec, con sede en Gijón, participó en un proyecto europeo para el desarrollo de plataformas flotantes que permitan instalar parques eólicos en aguas profundas, de más de 50 metros.

En 2014 el grupo avilesino Daniel Alonso se hizo con el control de la mayoría de las acciones de Idesa y con esa incorporación reforzó su conocimiento del sector "offshore". El grupo Daniel Alonso, a través de Tadarsa y principalmente de su filial Windar Renovables, participada a su vez por Gamesa, era uno de los principales fabricantes de torres eólicas terrestres y ya por entones se había anticipado y penetrado en el sector marino, hacia donde se estaba volcando la inversión en Europa. En 2013 Windar, en alianza con el astillero público Navantia, logró un gran contrato con Iberdrola para construir 29 gigantescas estructuras de apoyo tipo "jacket" (con una altura equivalente a 20 pisos) y 116 pilotes para el parque eólico marino Wikinger, en aguas de la Mar Báltico en Alemania, y ahora la alianza Windar-Navantia ha obtenido un segundo contrato de 120 millones de euros con Iberdrola para la construcción de 34 "jackets" con sus respectivos pilotes para el parque East Anglia One, en aguas del Mar del Norte, en Inglaterra. Entre medias Windar también consiguió destacados contratos en el sector como el firmado con la noruega Statoil para fabricar estructuras metálicas para el primer parque eólico flotante del mundo, que se instalará en aguas escocesas del mar del Norte.

Ante los inversores asistentes al segundo "Asturias Investors Day", celebrado el pasado junio en Madrid, Jesús Alonso, presidente del Grupo Alonso, destacó que Asturias reúne las mejores condiciones para desarrollar negocios vinculados a los componentes eólicos . "Asturias nos da las condiciones para trabajar de forma óptima. Contamos con el mayor fabricante de acero a nivel europeo, Arcelor -Mittal, y en Gijón tenemos un tren de chapa gruesa que nos suministra 130.000 toneladas al año con los que principalmente fabricamos nuestra torres eólicas. A escasos 500 metros de ese tren, conectado por ferrocarril, tenemos una de nuestras instalaciones que corta, bisela y prepara el material. Y a tan solo 25 kilómetros transformamos ese material y producimos torres eólicas, componentes para estructuras flotantes y no flotantes marinas y para parques eólicos offshore", señaló Jesús Alonso, que añadió que los puertos de Gijón y Avilés son fundamentales para la gestión logística, "que equivale al 15% del coste total". También destacó que estar en Asturias les permite tener un personal "muy cualificado con una cultura del metal muy impregnada en su ADN", contar con una administración pública "que ayuda al empresario del metal" y con unos sindicatos que "han aprendido que en este periodo de crisis tenían que adaptarse a un mundo global donde el mercado no está en Asturias ni en España, está en el mundo".

El grupo Daniel Alonso produjo el pasado año 1.800 torres eólicas, de las cuales 800 se fabricaron en Asturias (en resto en sus plantas en India y Brasil). De los talleres asturianos también salieron 40 estructuras marinas. "Casi el 60% de nuestra producción la hacemos en Asturias, con más de 1.500 empleos directos", destacó Alonso.

Inversión millonaria

Arcelor-Mittal es el principal suministrador de acero de las empresas asturianas que se han embarcado en el sector "offshore" y para potenciar esa línea de negocio la multinacional instalará una nueva máquina de colada continua en la acería LD-III de Avilés. La máquina será de molde vertical para facilitar la fabricación de grandes piezas para el sector "offshore". La obra está incluida en un paquete de inversiones en Asturias de más de 100 millones de euros y fuentes de Arcelor-Mittal señalaron que comenzará el próximo 1 de octubre. Dará trabajo a más de 250 empleados externos.

Además de un gran suministrador de acero en la puerta de la fábrica, las empresas asturianas del sector "offshore" cuentan, para sus desarrollos, con el apoyo de la red regional de innovación, que en el caso de este sector está formada principalmente por el ITMA y la Fundación Prodintec . Desde 2009 también está constituido el Consorcio Tecnológico de la Energía de Asturias, que reúne a medio centenar de empresas y entidades asturianas y que en 2010 firmó un acuerdo de colaboración con la Universidad de Oviedo para impulsar proyectos innovadores en materia de energías marinas dentro del marco del Campus de Excelencia Internacional. Antes de la rúbrica, la Universidad ya tenía su proyecto estrella, la creación de un laboratorio eólico marino frente a la costa asturiana, pero el plan naufragó por falta de recursos económicos. No obstante, empresas asturianas han participado en laboratorios que sí se han desarrollado en otras comunidades. Idesa fabricó prototipos para el Bimep, el laboratorio en alta mar impulsado por el Gobierno del País Vasco, y Windar fabricó la torre del primer aerogenerador marino experimental de España, ubicado en Gran Canaria.

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