El plan de recorte laboral y de red de oficinas de Banco Popular supondrá el cierre de siete de sus 38 sucursales en Asturias (el 18,4% de las oficinas que la entidad tiene en la comunidad) y un impacto en el empleo que podría situarse en torno a 40 de sus 225 trabajadores en el Principado.

De las siete oficinas que serán clausuradas en Asturias, cinco se sitúan en Oviedo (calles Fernández Ladreda, Pumarín, Quintana, Álvaro Flórez Estrada y Nicolás Soria) y dos a Gijón, localizadas en las calles de Andalucía y Donato Argüelles. Asturias, que tiene el 1,5% de la plantilla total del banco en España y el 1,7% de su red de oficinas, asumirá el 2,31% del recorte de sucursales (el banco suprimirá 302 en España) y el 1,38% del ajuste de puestos de trabajo: la entidad tiene previsto prescindir de 2.900 trabajadores, el 62% mediante prejubilaciones.

El personal de las oficinas que cierren será recolocado y posteriormente se aplicará el expediente de regulación de empleo (ERE) que se ha empezado a negociar con los sindicatos. El banco quiere recortar 175 millones de euros anuales en costes a partir del próximo año, ejercicio en el que prevé restablecer el pago de dividendo. La caída de la cotización de los bancos, la merma de sus márgenes a causa de la política monetaria y el lastre de riesgo en ladrillo acumulado por el Popular y su filial Pastor le han abocado a un plan de recortes tras dos macroampliaciones de capital.