Los representantes de los trabajadores del Banco Popular en Asturias tacharon ayer de "aberración" el plan de cierre de oficinas de la entidad en la región, sobre todo en Oviedo, donde se prevé la clausura de cinco oficinas en las calles Fernández Ladreda, Pumarín, Quintana, Álvaro Flórez Estrada y Nicolás Soria. Los otras dos cierres de sucursales serán en Gijón, en las calles Andalucía y Donato Argüelles.

"Se deja a los barrios de Oviedo sin oficinas del Popular. Eso va a repercutir en el negocio", advirtió Fernando Álvarez, representante de CC OO en el Popular. "Todas las oficinas que quieren cerrar en Oviedo dan beneficios, pretenden destruir unidades productivas para justificar el despido de casi 3.000 trabajadores de la entidad", señaló Manuel Herminio García, secretario sectorial de Banca de FES-UGT Asturias.

Ambos dirigentes sindicales participaron ayer en la concentración de protesta que se celebró a mediodía ante la oficina del Popular en la calle Uría de Oviedo. Los sindicatos consideran "una barbaridad" el despido de 2.900 trabajadores del Popular "por razones económicas" y plantean como alternativa una reestructuración "gradual" a través de prejubilaciones.

En la reunión de la mesa negociadora del ERE celebrada ayer en Madrid, los representantes del banco se mostraron dispuestos a aceptar un plan de excedencias voluntarias de forma restringida y con garantía de retorno. La próxima reunión de la mesa se celebrará el día 18.