El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, defendió ayer que el aumento del número de gasolineras automáticas o desatendidas será bueno para elevar la competencia y bajar los precios de los carburantes. Esa opinión contrasta con las normas que están desplegando varias comunidades autónomas, Asturias entre ellas, para frenar la instalación de ese tipo de estaciones de servicio.

Durante su intervención en la Comisión de Economía del Congreso, Marín Quemada remarcó que la bajada del precio del crudo sigue sin trasladarse en la misma proporción a las estaciones de servicio y reiteró la necesidad de elevar la competencia y mejorar así los precios en España, algo que, a su juicio, se lograría con el aumento de las gasolineras automáticas (sin personal).

Frente a las quejas del sector tradicional, Marín Quemada defendió que no presentan riesgos, que serían dinamizadoras del mercado y que no están reñidas con el empleo o la seguridad.

El presidente de la CNMC ha recordado que este tipo de gasolineras están operativas en otros países y ya existen incluso en las cooperativas agrarias, donde no han generado problema alguno. "Que no interese a todos, es otra cuestión", concluyó.

Frente a esta defensa, la diputada del PSOE Ana María Botella ha apuntado los problemas de empleo o seguridad que pueden conllevar este tipo de gasolineras y le ha pedido que tenga una reunión más amplia con los agentes del sector. La CNMC aprobó este verano un informe en el que pedía que se eliminaran las trabas normativas al desarrollo de estas gasolineras.