Más tiendas con descuentos y más ventas. Ése fue el balance que hizo ayer la Federación Asturiana de Comercio (FAC) sobre el llamado "viernes negro" ("black friday"), la campaña de rebajas que nació en Estados Unidos, que hace tres años cruzó el charco y que se ha consolidado en la región. La asociación aseguró que las ventas fueron superiores a las que se habían registrado el año pasado y que hubo más comercios que se animaron a lanzar promociones.

La secretaria general de esta federación, Magdalena Huelga, apuntó que el mayor ritmo de ventas "se notó especialmente en los centros de las ciudades, no así en los barrios, debido seguramente al tirón de los grandes grupos comerciales". De las promociones de los grandes sacaron provecho los más pequeños. Eso sí, la organización empresarial apunta que hay algunos comerciantes que opinan que esta campaña congela algo las ventas durante los días anteriores y muchos consideran que sustituyen a las ventas que se iban a realizar durante la campaña navideña. Aun así, Huelga destaca que "muchos perciben que en el cómputo global sí que supone algún estímulo en el consumo". El "viernes negro" cruzó el charco para quedarse, ya que la previsión es que el año que viene sean muchos más los comercios que se adhieran a estas promociones. Algunos grandes grupos como El Corte Inglés apuntaron que sus ventas crecieron ese día un 30%.

La temporada de descuentos para tratar de animar el consumo se cerró ayer con el llamado ciberlunes ("cyber monday"), otra tradición importada desde Estados Unidos vinculada al comercio electrónico pero que aún tiene menos adeptos en Asturias que el "viernes negro".