El exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia Rodrigo Rato recibió su tarjeta "black" de Caja Madrid "como cualquier otro consejero", según alegó ayer su abogado defensor durante la presentación de sus conclusiones en el juicio contra 65 usuarios de tarjetas opacas de la entidad financiera.

El letrado Ignacio Ayala relató que el exministro asturiano Rato "se encontró con su propia contratación como miembro de la alta dirección", y ya como presidente ejecutivo y al amparo de ese contrato "recibió su tarjeta de manos del entonces director general, Ildefonso Sánchez Barcoj".

Su defendido, añadió el abogado, no mantuvo conversación alguna sobre las tarjetas de Caja Madrid, no tomó ninguna decisión al respecto, no se evacuó informe alguno durante su presidencia y no fue receptor de ningún correo, durante su mandato que se inició en 2010, "todo permaneció como estaba".

Como mucho, dijo Ayala, se le puede acusar de imprudencia, algo que no constituye un delito, pero no de apropiación indebida, como hace la Fiscalía. Las acusaciones, ha sostenido el letrado, quieren hacer creer que es un juicio "por unas tarjetas", pero esto "no es así", y no cabe hablar de "apropiación indebida o fraudulenta" ni de "perjuicio alguno para la entidad".

La defensa de Rato y la del también expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa reiteraron en la sesión de ayer que las pruebas contra ellos han sido "manipuladas y empleadas de manera indebida".