Doce países no miembros de la OPEP, entre ellos Rusia, se comprometieron ayer en Viena, en una reunión con los trece socios del cártel petrolero, a retirar del mercado cerca de 0,6 millones de barriles diarios a partir de enero. A la cumbre asistieron las naciones responsables de cerca del 60 % de la oferta mundial de esa materia prima. Este pacto para ajustar la oferta con el fin de elevar los precios y sigue a la decisión tomada el pasado noviembre en la OPEP de recortar su propia producción de crudo, lo que elevó el 17% cotización del barril desde el 30 de noviembre.