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El comportamiento del mercado energético

Las térmicas asturianas, a plena carga para rentabilizar la escalada eléctrica

El aumento de la generación en las centrales carboneras podría revitalizar la actividad de las minas privadas del Suroccidente, cree la patronal

Las térmicas asturianas, a plena carga para rentabilizar la escalada eléctrica

Las centrales térmicas asturianas funcionan desde hace semanas a pleno pulmón para atender la intensa demanda energética del invierno y para sacar partido de los altos precios que se están registrando en el mercado energético. La falta de lluvias y de viento ha reducido considerablemente la actividad de las instalaciones hidráulicas y eólicas, y ha propiciado que las plantas de carbón y gas ganen protagonismo en la generación eléctrica nacional, algo que encarece los precios para el consumidor y eleva los ingresos de las eléctricas con centrales carboneras y ciclos combinados. Aguas abajo, esta mejora de la actividad está comenzando a tirar, siquiera de forma tímida, de la demanda de carbón asturiano. Las eléctricas tratan de renegociar algunos contratos comerciales con las explotaciones mineras privadas ante la expectativa de que el stock de mineral acumulado pueda agotarse pronto.

Según sindicatos y empresas, es altamente probable que la elevada actividad de las térmicas asturianas pueda prolongarse hasta, al menos, mediados de marzo. No se atisba en el horizonte un cambio brusco de las condiciones meteorológicas que pueda frenar la generación eléctrica con carbón, en la que Asturias está altísimamente especializada, con cuatro centrales (Aboño, Soto de Ribera, Lada y Tineo) que aportan más del 80% de la electricidad que produce la región.

El sector eléctrico regional quema sobre todo carbón de importación, pero los sindicatos tienen esperanzas en que la alta actividad térmica alivie al menos a corto plazo las dificultades que atraviesa el sector minero privado asturiano después de un 2016 "horrible", con frenazo en la producción y regulaciones de empleo.

Según el presidente de la patronal nacional Carbunión, Pedro Iglesia, la mejoría viene notándose ya desde octubre. En ese mes dos empresas asturianas, Carbonar, que desarrolla su actividad en Vega de Rengos (Cangas del Narcea), y Uminsa, con explotaciones en Pilotuerto (Tineo) y Cerredo (Degaña), firmaron contratos comerciales que garantizaron la actividad para los últimos tres meses de 2016 y los primeros de 2017. La que tiene un horizonte más incierto es la minera Astur Leonesa, propiedad del empresario Rodolfo Cachero. Con actividad también en Cerredo, esta compañía está en preconcurso de acreedores, aunque tiene previsto retomar su actividad en breve tras meses parada.

"Evidentemente, si la demanda está siendo mayor también puede darse un incremento de la producción de carbón", asegura Iglesia. Aunque por el momento las térmicas están tirando de la gran cantidad de mineral que había almacenado durante la primavera y el verano de 2016. "El stock se ha ido reduciendo, ya no queda tanto", aclara el dirigente empresarial.

Las compañías mineras aspiran a firmar contratos de suministro más estables para dar certidumbre al sector. Los sindicatos sostienen que para este mercado y la rentabilidad de las explotaciones es esencial tener una planificación a medio o largo plazo.

El líder del SOMA-FITAG-UGT, José Luis Alperi, sostiene que "las minas ahora mismo están bajo mínimos para atender un posible aumento de la demanda". Aunque reconoce que la mejora de la actividad de las térmicas puede suponer una inyección de ánimo en un sector necesitado de alegrías. En una línea muy similar, el secretario general de la Federación de Industria de CC OO, Damián Manzano, señala que esta situación demuestra que el carbón nacional es "muy necesario". La venta de la producción de Hunosa está garantizada para este año mediante los acuerdos con EDP.

Según los balance que elabora Red Eléctrica de España (REE), la actividad de las centrales alimentadas con carbón se disparó un 181% este mes de enero, convirtiéndose en la segunda tecnología que más aporta al sistema eléctrico español, tras la nuclear. También ha crecido más del 60% la actividad de los ciclos combinados de gas. Los dos que existen en Asturias (ambos de EDP-HC, en Soto de Ribera) han funcionando intensamente y de manera simultánea en estos días, algo casi inédito en los últimos años.

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