Liberbank, el banco que lidera la Fundación Bancaria Cajastur, declaró un beneficio neto (después de impuestos) de 129 millones (sólo el 0,2% más que en 2015) tras haber provisionado 133 millones (más los 83 millones que ya había dotado en 2015) por el impacto esperado por las recientes sentencias sobre las cláusulas suelo de la banca española en sus créditos hipotecarios. El resultado bruto (antes de impuestos) mejoró el 268% y se situó en 151 millones.

El banco aumentó el saldo vivo de crédito neto el 1,5% (hasta los 19.800 millones) y aumentó la captación de recursos de cliente el 1,7% (hasta los 29.558 millones). Los nuevos créditos (4.051 millones) se incrementaron el 28,8%: los préstamos hipotecarios aumentaron el 69,4% y los dirigidos a financiar el consumo, el 47,2%. Los ingresos por comisiones recurrentes mejoraron el 2,1%, lo que la entidad atribuyó al aumento de la actividad bancaria tradicional.

Los créditos dudosos se redujeron el 34,8% (1.713 millones), con lo que la tasa de mora (que incluye los activos del banco filial CCM que con anterioridad estaban protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos) se situó en el 13,9%, por encima de la media del sector (9,11% al cierre de 2016), pero 6,2 puntos porcentuales inferior a la de 2015.

La entidad, que preside Manuel Menéndez, redujo su margen de intereses el 8,1% (hasta los 454 millones) por la caída de los tipos de interés, pero aumentó el margen bruto el 2,8% (hasta los 939 millones) y acrecentó el de explotación el 6,7%, hasta los 511 millones. El margen comercial minorista se situó en el 1,55%, con lo que empeoró ligeramente respecto a 2015 pero siguió una tendencia al alza respecto a dos trimestres anteriores.