La lucha contra el déficit público y las consiguientes políticas de austeridad han supuesto que en los principales años de la crisis (2009-2014) la inversión del conjunto de las administraciones públicas se redujo en Asturias el 60%, dos décimas más de lo que se contrajo como promedio en España (58%). Asturias fue la séptima comunidad autónoma (tras Navarra, País Vasco, Murcia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia) en la que más se aminoró la movilización de recursos públicos para integrar el "stock" de capital público; es decir, el compendio de activos productivos duraderos de naturaleza no privada de los que dispone la economía de cada territorio.

Pese a ello, y dado que la caída ha sido generalizada en todos los territorios -aunque con una intensidad muy diferente, que osciló entre el 43% de descenso en el caso de La Rioja y el 74% de repliegue en Navarra-, Asturias sigue situada por encima de la media en el capital neto acumulado en relación a la población, el empleo, la superficie territorial y el PIB regional, especialmente en el caso de las infraestructuras públicas, de las que Asturias (que es el 2% del PIB español, el 2,3% de la población nacional y el 2,1% de la superficie del país) concentra el 3,5% de las existentes en España.

Así se desprende de un informe realizado conjuntamente por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la Fundación BBVA y algunas de cuyas conclusiones fueron difundidas ayer.

La UE confirma el déficit. La difusión del estudio se produjo el mismo día en que la oficina estadística europea (Eurostat) dio por válido el cálculo del déficit presupuestario en el que incurrió el Estado español en el pasado ejercicio (4,5% del producto interior bruto, que se reduce al 4,3% de no contabilizarse las ayudas públicas a la banca) que el Gobierno anunció el pasado 30 de marzo. La confirmación de este dato supone que España cumplió por vez primera durante la etapa del presidente Mariano Rajoy con su compromiso de control de desviación del descubierto presupuestario, aunque para ello la Comisión Europea tuvo que ampliarle dos veces (la última, el pasado agosto) el techo de desviación. Con ello, el objetivo de déficit fiscal exigido por la UE a España en 2016 pasó del 2,8% del PIB al 4,6%. Al cerrar ligeramente por debajo de este límite, España ha cumplido formalmente, aunque pasó a erigirse ya el año pasado en el país con peor saldo presupuestario de los 28 estados miembro de la UE. Grecia tuvo un superávit fiscal del 0,7%.

Inversión. La fuerte política de ajuste presupuestario realizado por España para dominar el descontrol de sus cuentas públicas supuso un contundente recorte de la inversión de las administraciones. Desde 2009 cayó el 58% (en Asturias, el 60%) y esto ha supuesto, según el IVIE y la Fundación BBVA, que el peso de la inversión pública haya retrocedido hasta situarse en el 2% del PIB, su menor valor desde los años 90. El volumen de recursos públicos destinado a la formación bruta de capital fijo (inversión) se contrajo en España el 21% en 2011 y el 31% en 2012, y aunque creció el 11,6% en 2015, volvió a caer el 14,3% el año pasado. Como consecuencia de ello, la inversión conjunta de las administraciones públicas alcanzó el año pasado los 23.432 millones (en euros constantes de 2010), el 58% menor en términos reales (descontada la inflación) que en 2009.

"Stock". Como consecuencia de que el recorte no ha sido homogéneo entre las diferentes comunidades autónomas, "el impacto diferencial de la crisis en la inversión pública a nivel regional ha aumentado las desigualdades en términos de dotación de capital pública", afirma el estudio. Asturias, que fue la séptima región en la que más aumentó la inversión pública en tasa de variación anual antes de la crisis (el periodo analizado va de 2000 a 2009), fue la quinta en la que, a la inversa, más se contrajo a partir de la recesión (entre 2009 y 2014). Según el informe, Madrid es "con diferencia" la comunidad que menos sufrió los recortes y el cambio de signo inversor sobre su "stock" de capital público real, ya que de media creció el 2% al año durante la crisis. La comunidad autónoma con mayor retroceso del "stock" fue Canarias, seguida por Comunidad Valenciana, La Rioja, Aragón y Asturias.