La ingeniería gijonesa TSK tuvo un beneficio bruto (antes de impuestos) de 74 millones el año pasado y en el primer trimestre del actual generó una ganancia bruta de 20 millones.

TSK, que tuvo en 2016 unas ventas de 977 millones (el 32% más), prevé superar en 2017 los 1.000 millones de facturación (un aumento de más del 10%) y lograr un beneficio ligeramente superior al del ejercicio precedente, manteniendo márgenes. Entre enero y marzo pasados contrató obra por 338 millones, con lo que su cartera de contratos alcanzó los 2.200 millones, y realizó ventas por 252 millones, el 12% más que en el mismo periodo de 2016.

En el pasado trimestre el beneficio de explotación fue de 22 millones y el bruto, de 20 millones, con un margen del 8%, muy superior a la media del sector. TSK concluyó marzo con una tesorería de 350 millones y unos fondos propios de 375 millones.