La compra del Banco Popular por parte del Banco Santander pone fin a las dudas de los clientes de la primera entidad, pero abre serios interrogantes sobre el futuro de miles de empleados. Los primeros contactos entre el Santander y los representantes de los trabajadores se han producido esta misma semana, pero según reconocen distintas fuentes, serán necesarias más citas para afinar los recortes y la forma de llevarlos a cabo.El reto es reducir una plantilla compuesta 10.600 trabajadores de Popular y 23.000 de Santander España, después de que recientemente hayan salido unos 2.600 trabajadores del primer banco y unos 2.500 del segundo.