El Banco Popular llegó a acumular en España inmuebles adjudicados por impagos (suelos, pisos y otras construcciones) que en las cuentas de la entidad se valoraron en cerca de 17.000 millones de euros. Si se considera en términos netos (descontadas las provisiones para cubrir riesgos), la exposición neta era de 10.305 millones, la mayor de toda la banca. En el caso de Asturias, y de acuerdo con los datos de la inmobiliaria del Popular (Aliseda), en el momento de ser intervenida la entidad estaba intentando desprenderse de cerca de 300 inmuebles, entre pisos, locales, oficinas, suelos y plazas de garaje.
El portal inmobiliario del Popular tiene a la venta en Asturias, entre otros inmuebles, 95 pisos y casas y 69 locales, en su mayoría de segunda mano y situados en los municipios del área central. Esa cartera formará ahora parte del conjunto de activos que el Santander, nuevo propietario, intentará liquidar aceleradamente en los próximos meses. Con la anexión del negocio del Popular, el banco presidido por Ana Patricia Botín eleva sus activos adjudicados en España el 157%.
A fines de 2016, el Popular era el banco con una mayor carga de ese tipo de inmuebles, por delante de BBVA, Caixabank y Santander. En términos netos, la exposición del Popular (10.306 millones) duplicaba la del Santander y era un 70% y un 50% superior a la del BBVA y Caixabank, respectivamente. El nivel de provisiones del banco madrileño para cubrir la depreciación de esos inmuebles era, a fecha del 31 de diciembre de 2016, cercano al 39% y claramente inferior a los de los principales bancos del país.
El conjunto de la exposición inmobiliaria del Popular (incluyendo propiedades y crédito problemático) ronda los 30.000 millones de euros. Ana Patricia Botín ha explicado que el Santander pretende desprenderse de la mitad de todos esos activos en un plazo de dieciocho meses.
