Rodolfo Cachero Pereda, empresario asturiano que permanecía en busca y captura para cumplir condena por fraude fiscal, fue detenido ayer en Madrid . Un dispositivo policial dio con el industrial nacido en Sobrescobio a los dos meses de que se dictara su ingreso en prisión. Hoy está previsto que se decida su entrada en un centro penitenciario de la capital de España. La Audiencia Provincial de Oviedo le impuso en febrero una pena de hasta 30 meses de privación de libertad por ocho delitos tributarios cometidos hace 15 años en la compañía Coto Minero Jove (Jovesa, con una mina en Aller ya cerrada). Cachero ha pasado hoy a disposición de un magistrado de guardia de los Juzgados de Plaza de Castilla, que le comunicó el ingreso en prisión siguiendo instrucciones del juzgado penal número tres de Oviedo que dictó la orden de detención. Durante la tarde estaba a la espera de ser conducido a la prisión madrileña de Soto del Real.

El final de esta escapada de Cachero, responsable hasta julio de la Compañía Minera Asturleonesa y por ello de la mina de Cerredo (Degaña), llegó en la mañana de ayer en la céntrica calle de Madrid. Agentes de la Policía Judicial desplazados desde Oviedo y miembros de la llamada Brigada Móvil del Cuerpo Nacional del Policía arrestaron al empresario cuando salía de un inmueble.

Rodolfo Cachero fue conducido a la comisaría de Chamberí, en cuyos calabozos pasó la noche. Durante la mañana de hoy comparecerá ante un juez de guardia que, en coordinación con el juzgado penal número tres de Oviedo, determinará presumiblemente el ingreso en prisión, indicaron fuentes policiales.

De acuerdo con la misma información, la Policía seguía la pista de Rodolfo Cachero en Madrid desde hace días. La capital de España es uno de los centros de operaciones del empresario y, estando aún al frente de la mina de Cerredo, viajaba a ella con asiduidad. A través de algunas de sus sociedades, el industrial tiene, entre otros negocios, un hotel en Madrid y la sede de la Compañía Minera Asturleonesa. Sus actividades empresariales y sus relaciones personales le han llevado en otras ocasiones a pasar temporadas en Gran Canaria y en Marbella. Testimonios de trabajadores le habían situado en la ciudad canaria de Las Palmas en fechas cercanas a la orden de detención. Otras versiones sostienen que Cachero pudo pasar parte del mes de julio en Lisboa. Su abogado, Francisco Maroto, reiteró en conversación con este diario que hasta ayer ignoraba personalmente el paradero del empresario asturiano.

La localidad marbellí de Puerto Banús fue el lugar donde, el 17 de agosto de 2001, Rodolfo Cachero fue detenido en virtud de otra orden de busca y captura dictada por motivos semejantes: haber eludido su detención para cumplir cuatro años y ocho meses de cárcel por delitos fiscales perpetatrados también en la mina allerana de Jovesa en los años 90.

Por lo que de momento se conoce sobre lo ocurrido ayer en Madrid, aquella otra operación policial con desenlace en Marbella fue más ardua y accidentada que la de ahora. En 2001, Cachero tardó nueve meses en ser localizado y arrestado, aunque entre medias protagonizó una espectacular huida en Oviedo. Agentes de paisano le identificaron en La Corredoria en mayo de aquel año, y el empresario se dio a la fuga con su coche Mercedes, tras embestir a un vehículo que los policías habían cruzado en la calle para cortarle el paso. En agosto, cuando la detención en Marbella, la Policía informó de que, al ser arrestado, Rodolfo Cachero llevaba consigo documentación de otra persona y negó durante dos horas su identidad, hasta que se le hizo una prueba de huellas dactilares. El empresario negaría después, en un comunicado, haber tenido intención de huir o haber utilizado una identidad distinta a la suya.

La detención de ayer se produjo en la calle y sin que Cachero opusiera resistencia, aseguró su abogado. Ahora, como también en 2001, el empresario está desplegando una batería de recursos para obtener la suspensión de la orden de encarcelamiento para cumplir condena. Algunos de estos recursos han sido rechazados, pero otros permanecen vivos, de acuerdo con las explicaciones de Francisco Maroto, letrado que también representó al extesorero del PP Luis Bárcenas en el "caso Gürtel"

La estrategia jurídica de Rodolfo Cachero en su intento de evitar la cárcel tiene al menos dos frentes abiertos. De una parte, su abogado ha presentado al juzgado informes médicos relativos a dolencias crónicas del empresario que, según ha argumentado, desaconsejan su ingreso en prisión. En esa alegación se pone énfasis en que Cachero tiene 71 años de edad.

Francisco Maroto detalló también que está en marcha un intento de negociar el pago de las cantidades correspondientes a la responsabilidad civil por los delitos fiscales en Jovesa. Las cantidades defraudadas en IVA e IRPF entre los años 2001 y 2004 ascendieron a 3,9 millones de euros. Mediante el posible abono de ese dinero el empresario buscaría mejorar su posición procesal para eludir la cárcel.

Rodolfo Cachero fue separado a principios de julio de sus funciones como gestor de la Compañía Minera Asturleonesa, en concurso de acreedores. Lo decidió el juez mercantil tras conocer la orden de ingreso en prisión y a pesar de que, unos días antes, el entonces empresario titular de la concesión minera de Cerredo (antigua sociedad Coto Minero Cantábrico, perteneciente al leonés Victorino Alonso) trató de mantener el control nombrado en junta de accionistas a unos gestores de su confianza. El magistrado concedió los poderes a los administradores concursales.

Hoy, el centro extractivo de Degaña, con unos 190 trabajadores de León y de Asturias, intenta prolongar su actividad in extremis negociando con Endesa nuevos suministros de carbón para la central térmica de Compostilla. De no alcanzarse un acuerdo, la última mina explotada por Rodolfo Cachero podría ir hacia la liquidación de su actividad y de sus empleos.