La crisis le ha dado la vuelta a la tortilla y en unos años muchas entidades financieras han pasado de acreedores a deudores dentro de las comunidades de vecinos. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria provocó que los bancos tuvieran que engullir una gran cantidad de pisos -la gran mayoría procedentes de embargos- y por dejadez en la gestión en muchos casos no pagaron la cuota a la comunidad, convirtiéndose en un vecino moroso más. En Asturias, según un estudio que acaba de divulgar el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas, los bancos adeudaban en 2016 un total de 6,65 millones a sus convecinos.

No obstante, la incipiente recuperación de la economía está ayudando a rebajar esa cifra al mismo tiempo que los bancos van vendiendo esas propiedades. El estudio apunta que por segundo año consecutivo las entidades financieras han conseguido recortar esa deuda. En los últimos doce meses este nivel de morosidad descendió un 9,98%.

A nivel global, incluidos vecinos y bancos, las comunidades de propietarios soportan en el Principado una deuda que roza los 32 millones de euros. Pese a lo abultado de la cifra, la situación ha mejorado y se ha recortado un 9,56% de un año para otro. A este tijeretazo, señala Anselmo Gómez, presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Asturias, está contribuyendo "en parte la recuperación económica". Sobre todo la mejora del empleo y, consecuentemente, el aumento de algunas rentas familiares.

A nivel nacional, el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas solicitó ayer una reforma de la ley de propiedad horizontal que incluya medidas para combatir la morosidad de puertas hacia dentro de los portales. "Aunque los datos muestran una disminución de lo que se adeuda, aún el 39,9% de las comunidades tienen morosos, y un 7,29% tienen pagos pendientes por parte de las entidades financieras", señalaron fuentes del organismo, que alertan también de que esta morosidad está frenando muchas obras de rehabilitación pendientes.