La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La nueva Federación de Industria se constituye hoy sin el SOMA, que desoye a Pepe Álvarez

El secretario general de UGT reclamó un acuerdo entre el metal y los mineros, que no ceden: "No traicionaremos a los nuestros"

El congreso extraordinario de la MCA celebrado el martes en Oviedo. MCA

La nueva macrofederación de Industria de UGT en Asturias, la FICA, se constituirá hoy en Gijón, pero sin fusión entre las históricas organizaciones de los metalúrgicos y de los mineros. Los delegados del SOMA no asistirán al congreso, pese a los llamamientos desde la dirección de la UGT, al considerar que se iba a producir una absorción y no una fusión.

"El congreso de constitución de la FICA en Asturias se tiene que celebrar y con un acuerdo entre las partes", afirmó con rotundidad en la mañana de ayer en conversación con LA NUEVA ESPAÑA Pepe Álvarez, secretario general de UGT, que aseguraba que aún había tiempo para establecer puentes en la MCA y el SOMA. Por la tarde, el secretario general de la comisión ejecutiva federal de UGT-FICA, Pedro Hojas, se reunió en Langreo durante dos horas con el secretario general del SOMA-FITAG-UGT, José Luis Alperi, para tratar de encauzar el conflicto, pero el dirigente de la organización de origen minero dejó claro que la decisión de no acudir al congreso ya había sido tomada por la asamblea del sindicato, celebrada el pasado miércoles en Mieres, "y no vamos a traicionar a los nuestros".

Además, el SOMA, sindicato con identidad propia integrado en la UGT, está dispuesto a desvincularse de ella y formar una nueva organización multisectorial. Para no llegar a ese extremo, ayer pidieron por carta la mediación de Pepe Álvarez. "Yo siempre estoy dispuesto a mediar en lo que haga falta, pero no me parece correcto que me entere de esa petición por los medios de comunicación cuando hay vías para comunicación directa, y que se espere al último momento", señaló Pepe Álvarez, que aseguró que la UGT "quiere que el SOMA se sienta cómodo y aporte a la nueva Federación de Industria su prestigio y su historia". Asimismo, indicó que no quiere ni plantearse un escenario de desvinculación de la organización de los mineros. "Las historias del SOMA y de la UGT están ligadas, nacieron la una para la otra, no se pueden separar, ahora bien, si llegado el momento la organización toma esa medida nosotros también tomaremos las nuestras", advirtió Pepe Álvarez.

La MCA, que tiene mayoría de delegados en el congreso de constitución de la FICA en Asturias (82 frente a 58), está dispuesta a votar en solitario una ejecutiva procedente exclusivamente de la Federación del Metal, la Construcción y Afines encabezada por Jenaro Martínez Paramio, actual secretario general de MCA-UGT. Pepe Álvarez señaló que el congreso "tiene que celebrarse" hoy y apuntó que según los estatutos bastaría, en primera convocatoria, la acreditación de la mitad de los delegados. La MCA los tiene.

Sin embargo, desde el SOMA entienden que para celebrar un congreso de fusión debería haber, al menos, la mitad de los delegados de cada una de las organizaciones que se unen. Además, señalan que el proceso para la fusión "ya nació viciado", puesto que en mayo de 2016, cuando se crea la FICA a nivel estatal, se acepta el mantenimiento de la identidad del SOMA "pero luego no se reconoce".

El SOMA pide ahora la mediación del asturiano Pepe Álvarez, al que en su momento no apoyó para alcanzar la secretaría general de UGT. Álvarez procedía de la Federación catalana del Metal y además se consideraba pupilo del mierense Manuel Fernández, "Lito", histórico líder de la MCA, organización que ha mantenido una rivalidad histórica en Asturias con el SOMA. Las diferencias entre ambas organizaciones afloran constantemente, incluso en el terreno político. El SOMA apoyó públicamente a los actuales secretarios generales del PSOE a nivel estatal y regional (Pedro Sánchez y Adrián Barbón) mientras que la MCA se inclinó por sus rivales.

En ese contexto, la fusión no parecía fácil. Apenas hubo negociaciones porque los puntos de partida estaban muy distantes. La MCA quería que en la ejecutiva de consenso se plasmara su mayoría de afiliación y consideraba indiscutible la secretaría general. El SOMA afirmaba que en el resto de federaciones fusionadas en España la secretaria general había recaído en la MCA. Quería ese cargo, trasladar la sede del sindicato a Langreo para ahorrar costes y reducir asalariados en la ejecutiva.

Compartir el artículo

stats