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Las vicisitudes de un grupo centenario

Duro llega a un acuerdo con los bancos y logra liquidez por valor de 20 millones

La firma del acuerdo para aportar avales a la ingeniería se producirá en los próximos días

Duro llega a un acuerdo con los bancos y logra liquidez por valor de 20 millones

Duro Felguera y la banca acreedora han aproximado sus posiciones y han llegado ya a un acuerdo para la activación de avales a la ingeniería asturiana por un importe de 20 millones, cuya firma se prevé que ocurra la próxima semana. Alguna fuente apuntó que la formalización podría producirse entre el martes y el miércoles próximos, aunque otras personas también conocedoras de las negociaciones precisaron que podría llegar a demorarse algunos días más por meras razones burocráticas y para dar tiempo al análisis detallado de los contratos -que ya han sido redactados- y de las garantías anexas por todas las partes implicadas: la compañía, los seis bancos acreedores principales y las entidades que asesoran a todos los concernidos. Todas las personas consultadas dieron por hecho que el entendimiento no corre peligro.

La liberación de avales por 20 millones es un primer paso, fundamental pero muy preliminar, para enderezar la delicada situación financiera de Duro Felguera y despejar los riesgos que afronta la compañía. Los 20 millones tienen por finalidad dotar de circulante al grupo para que pueda seguir asumiendo los pagos ordinarios mientras el grupo sigue abordando otros desafíos: venta de activos, reordenación interna y plan de mejora de la productividad, en los que ya trabaja el presidente, Acacio Rodríguez, y su equipo. También trata de dar oxígeno a la sociedad y margen para que Duro y sus bancos aborden la operación de mayor calado, consistente en acometer una gran ampliación de capital, a cubrir mediante la captación de nuevos accionistas -empeño que está intensificando la sociedad- y la conversión en acciones de una parte de la deuda financiera contraída por la ingeniería con sus acreedores bancarios.

En principio, la negociación de nuevos avales se había marcado como objetivo un volumen de 29 ó 31 millones para inyectar liquidez a la empresa, pero este diseño se sustentaba sobre la premisa de la venta de su sede madrileña por 30 millones o más, de modo que Duro depositase un tercio de esa cuantía (10 millones) como garantía de los nuevos avales bancarios. La oferta por el inmueble de Madrid que parecía más ventajosa y que había sido aceptada por el consejo de Duro (una propuesta por 38 millones que había cursado un inversor que actuaba a través de un fondo con sede en Luxemburgo) ha decaído, lo que dejó sin efecto el esquema inicial.

Duro sigue negociando la venta del inmueble con otros posibles candidatos, pero se entendió que no era aconsejable seguir demorando por más tiempo la activación de avales a la espera de enajenar el edificio. El acuerdo sobre la línea de liquidez se ha reenfocado por ello a una cifra menor (20 millones), para la que Duro aportará como respaldo o garantía entre 7 u 8 millones. Este importe lo podrá depositar la compañía como colateral de la nueva línea de liquidez tras haber liberado un aval por 9,5 millones que estaba vinculado a la terminación de una central eléctrica de ciclo combinado en la localidad de Chilca, en Perú.

La dotación de una línea perentoria de liquidez despejará el riesgo de estrangulamiento de la caja de Duro y dará una mayor holgura de plazos para abordar la resolución de los problemas de fondo del grupo y que pusieron en riesgo su viabilidad.

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