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Cataluña, País Vasco y Asturias, únicas regiones que pierden sedes empresariales

El Principado atrajo a 15 de las más de 2.500 sociedades que en 2017 dejaron el territorio catalán por el secesionismo

Los desplazamientos de sociedades mercantiles entre regiones estuvieron marcados el pasado año por el explosivo aumento de la deslocalización de sedes de empresas catalanas hacia otras comunidades autónomas ante el clima provocado por el conflicto secesionista. Ello fue determinante para los saldos entre las entradas y salidas de empresas de muchas regiones que obtuvieron ganancias netas de sociedades. Sólo hubo tres territorios donde el citado balance fue negativo: la propia Cataluña, el País Vasco y Asturias. Aun atrayendo a algunas empresas de procedencia catalana, el Principado volvió a tener un resultado negativo: entraron procedentes de fuera 72 empresas y salieron 81.

Según datos del Consejo de Registradores, la fuga de sociedades de Cataluña tuvo los siguientes números el pasado año: sacó sus sedes de la comunidad la cifra récord de 2.536 empresas, que en su mayoría se reubicaron en Madrid (1.457) y en las autonomías cercanas a territorio catalán (Comunidad Valenciana, con 279; Aragón, con 194, y Baleares, con 134). La huida ha dejado rastro también en las estadísticas correspondientes al primer trimestre de este año, con 1.350 deslocalizaciones más de sedes y un reparto de destinos análogo.

Las decisiones de dejar Cataluña se produjeron sobre todo a partir del referéndum ilegal del día 1 de octubre y se fueron consumando en los meses siguientes. Ocurre que las sociedades tienen un plazo de tres meses para inscribir los cambios en los registros mercantiles desde que las juntas de accionistas u otros órganos de administración deciden el traslado.

El saldo entre entradas y salidas de Cataluña es asimismo demoledor, con la pérdida neta de dos mil sedes. Cabe precisar que la deslocalización del domicilio social o fiscal no implica por sí mismo el traslado de la actividad, pero puede conllevar la reubicación de los centros de decisión y con el tiempo la de otras áreas del negocio.

La pérdida de sedes empresariales de Cataluña hizo que el número de comunidades con saldos positivos aumentara en 2017. Hasta el punto de que únicamente se registraran resultados negativos en el País Vasco, con la pérdida de 72 sociedades, y Asturias, con una diferencia en contra de 9. El Principado atrajo a 15 empresas que antes tenían sus domicilios en Cataluña, un número que duplica la media de años anteriores. No obstante, se trata de la segunda cifra más baja de todas las comunidades, sól superior a la de Cantabria (14).

Como explicó este diario, Asturias fue elegida por la aerolínea Volotea para trasladar su sede desde Barcelona en plena tormenta secesionista. Luego han trascendido casos de grupos empresariales que, como las multinacionales Arcelor y Du Pont, se replegaron de Cataluña trayendo a Asturias, donde tienen sus principales centros de producción dentro de España, los domicilios sociales de filiales comerciales o de fabricación que tenían en territorio catalán. Nuevamente, Asturias tuvo un saldo negativo con Madrid: migraron hacía allí 39 sociedades asturianas y acogió 22 madrileñas.

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