Cientos de pensionistas asturianos formaron ayer una gran cadena humana que rodeó la sede del Banco de España en Oviedo. El objetivo era protestar por los ajustes en sus nóminas y reclamar reformas que blinden un sistema público que hace aguas, denuncian los sindicatos, que quieren endurecer las protestas y piensan incluso en una huelga general.

"Pretenden dividirnos y enfrentar a unos pensionistas con otros y a la vez con los trabajadores", gritaba micrófono en mano la jubilada lavianesa Aida Fuente, la encargada de leer el manifiesto elaborado por los convocantes de la protesta, los sindicatos UGT y CC OO y la Federación de Asociaciones de Mayores (Fampa). Los representantes de estas organizaciones, además, entregaron un escrito reclamando una solución para el sistema de pensiones en la sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social e hicieron un intento de reunirse con el delegado del Gobierno, Mariano Marín, pero no les recibió.

Manuel Francisco Menéndez, secretario general de la Unión de Jubilados de UGT, aseguró: "No nos queda más remedio que estar en la calle y yo a mi organización ya le he dicho que es el momento de medidas más contundentes. Ya basta. Ya está bien de que este Gobierno chantajeé a los pensionistas". El líder de los ugetistas en la región, Javier Fernández Lanero, señaló directamente al PP como responsable: "Quiere un sistema privado de pensiones complementado con una mierda de pensión pública".

A los jubilados no se les pasa por la cabeza quedarse parados. "Estas movilizaciones van a tener continuidad en el tiempo hasta que el PP rectifique", aseguró José Manuel Zapico, secretario general de CC OO. Mientras que la presidenta de la Fampa, Dolores San Martín, resaltó que "lo que queremos son pensiones dignas que se incrementen con el IPC".

Los manifestantes mostraban buen ánimo para seguir con las protestas y están convencidos de que al final lograrán su objetivo. "Los jóvenes que vienen detrás lo tienen mucho peor que nosotros, y queremos que el Gobierno se de cuenta de que está haciendo esto mal", apuntó Juan Álvarez, ovetense y que se prejubiló recientemente. A unos metros, Ladislao Estefanía, de Avilés, asegura que "mi pensión no es baja, pero estoy aquí en solidaridad por todas aquellas personas que tienen jubilaciones ínfimas". Añade: "Hay que estar todos unidos, porque los jubilados están sufriendo también la precariedad, y están teniendo que ayudar a mantener a sus hijos y a sus nietos".

Los pensionistas también se movilizaron ayer en Madrid y en otras ciudades españolas.