Duro Felguera incentivará la asistencia de los accionistas a las dos juntas generales cruciales que celebrará en junio -y que serán determinantes para su supervivencia y futuro- con el pago de primas de asistencia. De acudir la totalidad de los accionistas a ambas asambleas (hipótesis improbable, en virtud de los experiencia histórica), Duro tendría que desembolsar por este concepto hasta un máximo 480.000 euros.

La compañía se juega su futuro en la junta general ordinaria del 15 de junio en Oviedo, en la que se pedirá a los accionistas el respaldo para reducir el capital con el fin de absorber pérdidas y para ampliarlo, acto seguido, con la emisión de 4.656 millones de acciones con la pretensión de captar 125 millones de euros que le permitan restablecer su equilibrio patrimonial. Y también se lo juega en la que anteayer convocó para el 25 de junio en Gijón y en la que se recabará la autorización de los socios para aprobar las dos emisiones de bonos convertibles que, por un importe conjunto de 233 millones, suscribirán los bancos acreedores si la ampliación de capital alcanza sus objetivos.

En la asamblea del 15 de junio Duro remunerará la asistencia (bien presencial o mediante delegación del voto) con 0,002 euros brutos por acción, y en la del 25 de junio, con 0,001 euros.

Duro trata así de aglutinar un amplio respaldo y participación del accionariado actual que le permitan tramsmitir una imagen de fortaleza corporativa antes de salir a los mercados. La empresa intenta también probablemente neutralizar el riesgo de que los dos mayores accionistas (los Álvarez Arrojo-Del Valle y los Arias, dueños del 34,4%, y opuestos a la estrategia actual) pudieran votar en contra y frustrar las operaciones.

Pese a la fortísima dilución que sufrirán las acciones actuales, ayer Duro rebotó en Bolsa el 19,45%.