La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dejó olvidado el móvil en su casa. Eso fue lo que contó la vallisoletana más poderosa de España cuando le preguntaron si había recibido algún mensaje del Presidente a la conclusión del debate a cuatro, que no fue tan decisivo como presumían las promos del grupo televisivo, que se apuntó el tanto de lograr reunir en prime time a cuatro "primeros espadas" de los partidos que se disputarán la mayor parte del hemiciclo del Congreso el 20-D. Fue comentar la Vicepresidenta que había dejado el teléfono en su casa y llenarse las redes sociales de comentarios sobre la suerte que correría el móvil. Y claro, Mariano Rajoy Brey sin poder presumir de equipo con su gregaria de lujo, que buen marrón le quitó de encima. Vamos, como cuando nuestro Chechu Rubiera le hacía el trabajo incómodo a Lance Armstrong por esas carreteras de Francia. Permítase la licencia hablando de un Presidente tan aficionado a los deportes y especialmente al de la bicicleta. Y cuando decimos lo de marrón, quede claro que va más que nada por las dos horas y media que el bueno de Mariano se ahorró de estar de pie en el debate televisivo. Bien es cierto que la cadena había colocado unos taburetes para que los políticos pudieran sentarse, aunque fuera momentáneamente, pero nada, ahí aguantaron los cuatro como si tal cosa, cada que vez que estaban en el aire. Y estar tanto tiempo de pie debe resultar especialmente incómodo cuando se llevan tacones. Otra prueba superada por Soraya Sáenz de Santamaría, que igual luce en los carteles colgados en Madrid como "número dos" que aguanta dos horas largas en pie y con buena cara.