"Tenemos agujetas de la sonrisa". La presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, probaba los límites de la comisura de los labios mientras a su alrededor se levantaban dedos con signos de la victoria y Ramón García Cañal, número tres de la candidatura del PP-Foro, sabiéndose ya dueño del escaño cuya titularidad alguien puso en duda durante la campaña, festejaba el éxito con un "yo sigo, como Joe Rigoli", el presentador argentino que popularizó la frase haciendo de "Felipito Takatún" en la tele española de los sesenta. En un ambiente de incontenible euforia, la coalición del centro-derecha festejó su victoria y casi por adelantado ya el Gobierno.

"Que nadie nos venga a dar lecciones de democracia", proclamó la cabeza de cartel por Asturias, Susana López Ares, haciendo el primer guiño a los pactos poselectorales, tal vez replicando también al anuncio de veto de Ciudadanos a cualquier acuerdo con el PP de Rajoy. "España ha hablado y ha dicho que quiere que Mariano Rajoy sea el Presidente", avanzó. Festejó que "hemos ganado claramente las elecciones en Asturias y en España", que "hemos incrementado el número de votos y el porcentaje" y que "más del 35 por ciento de los asturianos ha dicho que los apoyos de Asturias vayan para Mariano Rajoy para que tengamos un gobierno moderado y estable que se preocupe del empleo y del bienestar de los españoles y los asturianos".

Un puñado de aproximadamente medio centenar de cargos y militantes habían celebrado eufóricos en un hotel del centro de Oviedo el éxito que mejora los mejores pronósticos del PP-Foro. Había abrumadora mayoría del PP hasta que a eso de las diez y media, marcando distancias, se sumaron al festejo los representantes de Foro, que se acercaron desde su sede, muy próxima. Al frente la presidenta y el secretario general del partido, Cristina Coto y Francisco Álvarez-Cascos, respectivamente, y los candidatos ya electos que aportan a las listas de la alianza: Isidro Martínez Oblanca, número dos al Congreso, y Rosa Domínguez de Posada, tres al Senado.

Pero fueron todo parabienes mutuos, todo palmadas en la espalda y abrazos y enhorabuenas y cierre de filas sin fisuras con "nuestro candidato y Presidente" Mariano Rajoy. Mercedes Fernández ya había lanzado como consigna que "ahora vamos a por las autonómicas" cuando dio por hecho que "cuando las cosas funcionan, los ciudadanos responden" y que por eso el PP se llevó ayer "las elecciones más importantes de la historia de la democracia española". "Asturias en su conjunto ha dado un sí rotundo a nuestra coalición", proclamó, y España el "aprobado de las urnas a los planteamientos del PP simbolizados en Mariano Rajoy". Es un sí, dice la interpretación de la líder de los populares asturianos, a "los que nos hemos comportado con seriedad y no hemos convertido este país en un vodevil de ruedas de prensa en las que un día se dice una cosa y al siguiente la contraria". Es un no, remató, "a la radicalidad y a los experimentos de partidos con poca solidez".