Madrid, Efe

El Congreso albergará esta semana la segunda investidura de Zapatero como jefe de Gobierno, pero, a diferencia de 2004, todo indica que ahora será en una segunda votación, que el PSOE asume sin complejos y convencido de que los acuerdos puntuales con otros grupos llegarán durante la legislatura. Sólo el BNG y Coalición Canaria abren la puerta a votar al candidato, que precisa del apoyo del PNV.

Será mañana a mediodía cuando Zapatero subirá a la tribuna del hemiciclo para exponer su programa en una intervención en la que que, de acuerdo con las prioridades que ha avanzado, es previsible que haga especial hincapié en la activación de la economía y el desarrollo de medidas de carácter social.

Ningún grupo ha aclarado totalmente el sentido de su voto y muchos han emplazado para ello a conocer el discurso de investidura que realizará el candidato. Incluso el PP, en boca de Rajoy, ha dejado públicamente abierta la posibilidad de una abstención, en lugar del voto en contra de hace cuatro años. No obstante, tanto fuentes socialistas como populares dan por hecho que, finalmente, el voto de los diputados del principal partido de la oposición será un «no» .

La clave para que pudiera ser investido el miércoles en primera votación es el PNV, ya que sus seis diputados, sumados a los 169 del PSOE y los dos del BNG y de CC le permitirían alcanzar la mayoría absoluta, fijada en 176 escaños.

Sin embargo, desde la fecha de las elecciones hasta ahora se ha ido enfriando esa posibilidad, y las conversaciones entre representantes socialistas y nacionalistas vascos se han visto afectadas por el «ruido» procedente de la negativa del PNV a apoyar la moción de censura contra la alcaldesa de ANV en Mondragón por no condenar el atentado en el que fue asesinado el ex edil socialista Isaías Carrasco.

Así las cosas, el PSOE ha ido asumiendo que, salvo un improbable cambio de actitud de última hora, Zapatero será investido a la segunda (el viernes ), algo que las fuentes del PSOE han asegurado que asumen «sin complejos».

Garantizado que varios grupos se abstendrán y, por tanto, Zapatero no tendrá problema para su elección en una segunda vuelta, el PSOE no ha pedido el voto afirmativo en las conversaciones de la última semana con otras formaciones. Así lo han comentado fuentes nacionalistas que han protagonizado esos contactos y que, en algún caso, se han mostrado extrañadas por la ausencia de esa petición expresa.