Móstoles (Madrid), Efe

El Rey rindió ayer homenaje al pueblo español y a los caídos en la Guerra de la Independencia y afirmó que el Dos de Mayo de 1808 se adelantó a sus instituciones y reflejó «una toma de conciencia de identidad nacional, de la nación, basada en las ideas de libertad, unidad, igualdad y solidaridad».

Más de 20.000 personas aclamaron a la Familia Real. Don Juan Carlos, acompañado por la Reina y los Príncipes y en presencia de José Luis Rodríguez Zapatero y Esperanza Aguirre, presidió la conmemoración del bando de los alcaldes de Móstoles contra los invasores franceses.

El monarca definió el Dos de Mayo como «una jornada cuyo protagonista no fue otro que el pueblo español, verdadero titular del ser y del destino de nuestra nación», que marcó el inicio de una heroica gesta colectiva por la soberanía y la libertad cuando las instituciones y sus gobernantes no supieron estar a la altura.

El Rey indicó que, al cabo de dos siglos, aquel episodio representa la encarnación de la dignidad de un pueblo que «no podía ser esclavo porque sabía morir». Don Juan Carlos destacó que la de hoy es «una España moderna, libre, democrática, unida, plural y diversa, basada en la justicia, la igualdad y la solidaridad, que asegura nuestra preciada Constitución». Zapatero, por su parte, destacó los avances de España en los últimos 200 años pese a los períodos oscuros que ha vivido y defendió el patriotismo de los españoles como «un principio de solidaridad».