"Estoy a disposición de toda instancia jurídica o tributaria que me quiera llamar", afirmó ayer Jordi Pujol. El expresidente de la Generalitat rompió su silencio en su residencia veraniega de Queralbs, a los trece días de haber confesado que durante los últimos 34 años mantuvo ocultas cuentas millonarias en paraísos fiscales.

Pujol reapareció en la localidad gerundense de Queralbs tras permanecer oculto desde que estalló el escándalo investigado desde el pasado día 1 por la fiscalía anticorrupción. El ministerio público ha pedido a Hacienda las declaraciones del expresidente, su esposa y sus siete hijos. A su vez, una juez de Barcelona ha admitido una denuncia del sindicato Manos Limpias contra el matrimonio Pujol-Ferrusola por siete delitos.

Ante las preguntas de los numerosos periodistas que hacían guardia junto a su residencia de verano, Pujol se remitió al contenido de la nota pública en la que daba cuenta de que había regularizado fortuna familiar y entonaba el mea culpa por no haber encontrado el momento de hacerlo durante 34 años.

El otrora "molt honorable" no dijo nada sobre el informe en el que la Policía cifra en al menos 500 millones la fortuna acumulada por el clan de los Pujol en Andorra, en unas cuentas por las que han circulado de 1.500 a 1.800 millones, parte de ellos rumbo a Luxemburgo. Pujol tampoco ha decidido todavía si comparecerá ante el Parlament para dar explicaciones. "Ya se verá", se limitó a declarar ayer en Queralbs. El expresident dijo que se encuentra "bien" y justificó la decisión de emitir el comunicado en el que confesaba las cuentas ocultas en el extranjero en que le pareció que era "bueno hacer una aclaración".

"Me encuentro bien", añadió Pujol. En cuanto a los delitos económicos que planean ahora sobre él, su esposa y dos de sus hijos imputados, el expresident manifestó que ese asunto "ya se planteará" si es necesario, pero se negó a pronunciarse sobre lo que consideró "informaciones".

El expresident añadió que no ha seguido todo lo que se ha publicado desde su confesión y dijo que ahora busca "un poco de tranquilidad" en su residencia de Queralbs, en pleno Pirineo. Antes de hablar con los periodistas, Pujol acudió por la mañana a un céntrico café de la pequeña localidad, donde fue saludado por conocidos. Respecto a su agenda inmediata, afirmó que está "cada vez más retirado" y que, por tanto, no tiene compromisos públicos.

Desde Cádiz, el portavoz del PP, Alfonso Alonso, consideró "absolutamente imprescindible para la higiene democrática de Cataluña que Pujol comparezca" y pidió al líder del PSOE, Pedro Sánchez, que apoye una comisión de investigación. También le exigió que, "ya que dice que va a ser implacable con la corrupción", obligue a la presidenta andaluza, Susana Díaz, a que explique en sede parlamentaria "qué ha pasado con el dinero de la formación y con el de los ERE".

El dirigente socialista Ximo Puig consideró que las explicaciones de Pujol ante el Parlament no serán suficientes para resolver su confesión sobre la posesión de fondos en el extranjero, ya que este caso es "una bomba que afecta al corazón" de CiU, el partido que ha gobernado durante más años en Cataluña. Frente al 'España nos roba', subrayó que "quien ha robado ha sido Pujol" y que hay que llegar "hasta las últimas consecuencias" del caso y esclarecer todos sus detalles e implicaciones.

El consejero de Territorio de la Generalitat, Santiago Vila, declaró que Pujol tiene que dar todas la explicaciones y pidió que se depuren responsabilidades.