El PSOE andaluz no considera "prioritario" abrir el debate sobre el reconocimiento de Cataluña como nación en una futura reforma federal de la Constitución, como planteó ayer el expresidente del Gobierno Felipe González, y defiende que ese asunto se plantee, si alguna federación lo pone sobre la mesa, en una eventual ponencia para cambiar la Carta Magna.

Otro destacado socialista, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no ocultó su desacuerdo con la propuesta de González, a quien recordó que la Constitución ya habla de "nacionalidades", pero que el término nación, desde su punto de vista, debe reservarse para España. "La gran nación que tenemos es la española", rebatió.

El presidente del Principado, Javier Fernández, se declaró partidario de "hablar del Estado" y de cómo modernizar y afrontar los problemas de España, más que "de los pueblos y las naciones", al tiempo que defendió que "España es un estado para todos los españoles, un estado-nación para la inmensa mayoría y un estado para unas minorías muy significativas".

En una entrevista en "La Vanguardia", González afirma que está "a favor de una reforma que reconozca a Cataluña como nación". Y aprovecha para rectificar, en parte, sus afirmaciones en la carta que publicó en "El País" hace un semana; así, cuando comparaba el proceso soberanista con los fascismos de Hitler y Mussolini. "No era mi intención", se disculpa.

No obstante, detecta que "la pluralidad catalana ha disminuido, se ha achicado, hay mucha gente que calla", al tiempo que considera que la reforma del Tribunal Constitucional que impulsa el PP "es una barbaridad".

El expresidente dice coincidir con la idea de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, exdirigente del PP y uno de los "padres" de la ley fundamental, que el año pasado propuso la introducción en la Carta Magna de una disposición adicional que reconozca a Cataluña como "realidad nacional".