El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, asume las dificultades que podría tener para gobernar si es investido y el hecho de que no podría sacar adelante parte de su programa, pero ha garantizado que él va a intentarlo y ha pedido un esfuerzo al resto de partidos para buscar acuerdos.

"Por difícil, la legislatura puede ser en una gran oportunidad para dejar resuelto alguno de los grandes retos de España en el futuro", ha asegurado Rajoy en la conferencia de prensa que ha ofrecido en Bruselas para comentar las conclusiones del Consejo Europeo.

El jefe del Ejecutivo en funciones ha insistido en la necesidad de esperar a la reunión del Comité Federal del PSOE del próximo domingo para saber si finalmente ese partido permitirá su investidura, y también aguardar a ver si el Rey, a la vista de ello, toma la decisión de proponerle como candidato.

"El Rey puede decidir proponer a alguien como candidato a la investidura o no. No me corresponde a mí decir los criterios que va a usar el Rey y tendré que esperar a ver lo que ocurre", ha recalcado.

Para Rajoy, no tiene sentido hablar ahora sobre si los grupos parlamentarios van a votar a favor o en contra de los próximos presupuestos, pero ha recalcado que, si es investido, él va a intentar gobernar.

"Soy plenamente consciente de los apoyos que tengo, pero lo que es evidente es que lo voy a intentar porque no es la primera vez en la historia que un gobierno está en minoría ni en España ni en otros países", ha recordado.

Lo que hará será "actuar con la mayor lealtad posible" y asumiendo que muchos de los planteamientos con los que se presentó a las elecciones no podrán salir adelante.

"Yo tengo una gran responsabilidad si se produce la investidura, pero no soy el único que la tiene, porque, al final, las decisiones que le corresponden a España se tienen que tomar entre los 350 diputados que hay en las Cortes y no sólo por parte de los 137 del PP", ha recalcado.

Al pedirle que especificara que ofrecería en su eventual discurso de investidura, Rajoy ha explicado que en su anterior intento sabía de antemano que no iba a salir elegido porque había una mayoría de 180 diputados que iba a votar en contra.

"Por tanto, el eje de mi discurso eran, por una parte los acuerdos a los que había llegado con otras fuerzas políticas, y por otra mi propio programa de gobierno en lo que no fuera contradictorio con eso", ha explicado.

Ahora, ha señalado que, si lo que pretende es tener más apoyos por la vía del "sí" -que ha reconocido que es difícil- o por la abstención, tendrá que adecuar su discurso a la nueva situación.

"Sea lo que sea lo que se produzca, es evidente que esta es una legislatura en la que todos tendremos que hacer un mayor esfuerzo para entendernos y buscar acuerdos y todos tendremos que ceder en nuestros planteamientos de máximos", ha señalado.

A su juicio, si hay buena voluntad por parte de todos, habrá que incidir en los asuntos en los que hay más posibilidades de acuerdo y dejar a un lado los que se constate que el desacuerdo es muy difícil de superar.

En cuanto a la decisión que adoptará el Comité Federal del PSOE y si preferiría una abstención de todo el grupo socialista o se conformaría con que hubiera las once abstenciones que le permitirían ser investido, ha subrayado que lo que él prefiere es lo que viene diciendo desde el día después de las elecciones del 20 de diciembre: un gobierno de coalición.

En cualquier caso, ha precisado que no va a entrar en los debates del PSOE ni tiene nada que decir sobre lo que deben hacer o no.

"Esa es una decisión que le corresponde al PSOE y que yo respetaré sea la que sea", ha garantizado.

Tampoco ha querido entrar en especulaciones sobre la composición de su posible nuevo Gobierno y ha asegurado que aún no ha dedicado "ni un minuto" a este asunto y que, si tiene que decidir al respecto, al primero que informará será al Rey.

Discurso para el debate de investidura

Mientras, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ha confirmado que el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, está preparando su discurso para el debate de investidura, en previsión de que se celebre la próxima semana.

"Clarísimamente, vamos, es lógico, hay que prevenir", ha admitido Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, al ser preguntada sobre si Rajoy estaba trabajando en su discurso de investidura.

Ha insistido, en este punto, en que, aunque no dependa del PP que haya o no debate, sino de que el PSOE finalmente decida facilitar la investidura, es un asunto importante y requiere una preparación previa.

"Los plazos son los que son, y estas cuestiones son importantes y hay que prepararlas", ha insistido Sáenz de Santamaría, quien no ha querido adelantar una fecha para la celebración del debate con el argumento de que esa decisión es competencia de la presidenta del Congreso, Ana Pastor.

"Según el Parlamento nos convoque, nos organizaremos nuestra propia agenda", ha señalado la vicepresidenta. "Nosotros nos amoldaremos", ha reiterado.

Además, ha subrayado la importancia de ser "prudentes", teniendo en cuenta que el próximo domingo el PSOE tiene que adoptar una posición para ver si se puede "consumar esa investidura" y que el Gobierno no va a interferir en ese proceso de los socialistas.

Fiel a su "esencia", Sáenz de Santamaría tampoco ha querido pronunciarse sobre si se ve con fuerzas para repetir en un hipotético gabinete de Rajoy: "No me voy a merendar en esta rueda de prensa del Consejo de Ministros la cena", ha bromeado.

Una legislatura colaborativa

Lo que sí ha adelantado, si finalmente hay Gobierno, es que será una legislatura colaborativa, en la que habrá que "empezar a trabajar, dialogar, hacer esfuerzos", porque la responsabilidad de lo que pasa en España "es de todos".

Y por Rajoy "no va a quedar", porque "hará todos los esfuerzos y explotará al máximo la capacidad de diálogo", ha asegurado la vicepresidenta, en cuya opinión el objetivo de todos debe ser recuperar "el tiempo perdido" y dar estabilidad política, económica e institucional a España "después de diez meses de bloqueo político".

Entre los temas que el Ejecutivo quiere negociar están los presupuestos generales del Estado (PGE) de 2017, un asunto sobre el que ha prometido dialogar pese a las palabras del presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, quien hoy ha afirmado que ve "muy difícil" que su partido pueda apoyar las cuentas del próximo año en caso de que Rajoy sea investido. "No lo veo en realidad en este contexto", ha asegurado Fernández.

Sáenz de Santamaría le ha replicado que los PGE y los presupuestos del conjunto de administraciones que constituyen el Estado son "una parte crucial del PIB, de la riqueza del país". "Y todos tenemos que ser muy responsables a la hora de decidir su gestión y su empleo", ha advertido.

Contactos Rajoy-Fernández

No ha querido confirmar si ha habido nuevos contactos entre Rajoy y Fernández posteriores a las conversaciones telefónicas que mantuvieron poco después de la creación de la gestora socialista, el pasado día 1, y de que ambos se vieran en los actos de la Fiesta Nacional, el 12.

"Practicamos la prudencia, y eso es a decisión del consumidor", ha remachado la vicepresidenta para recordar que la premisa de Rajoy es que se hacen públicos los contactos si la otra parte lo quiere así.

Javier Fernández, en declaraciones en RNE, ha explicado que en la conversación que mantuvo con Rajoy hace unos días le trasladó que la gobernabilidad pasa por "la investidura y por la estabilidad", pero que el PSOE sólo apoyará la primera si el Comité Federal se inclina por la abstención el próximo domingo.

Según Fernández, el PP "debe buscar la estabilidad en otros lugares políticos, que los hay". Con todo, ha subrayado que en las políticas de Estado, el PSOE "siempre ha estado y estará en sintonía con el Gobierno del signo que sea".