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Asturias blinda sus fiestas frente al peligro yihadista

Luarca instala bloques para San Timoteo, y en el Carmín de la Pola se llegaron a atravesar camiones en el acceso al recinto festivo

Asturias blinda sus fiestas frente al peligro yihadista

El riesgo de ataque yihadista en Asturias es más bien remoto, y ninguna de las ciudades de la región está en la lista de aquellas con más posibilidades de sufrir un atentado en Europa. Sin embargo, cualquier precaución es poca. El Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) propuso hace unas semanas el despliegue de militares en instalaciones sensibles de la región, como el aeropuerto de Asturias, el aeródromo de La Morgal o el puerto de El Musel. El Gobierno podría decidir en los próximos días, a raíz de los atentados de Barcelona y Cambrils, la elevación de la alerta terrorista al nivel 5, lo que autorizaría este despliegue de los militares no solo en instalaciones sensibles, sino también en vías muy concurridas y otros puntos susceptibles de ser atacados, algo, por otro lado, que ya se observa en otros países europeos, como Francia o Bélgica, atacados recurrentemente por los yihadistas.

Una muestra del ambiente de recelo que parece estar instalándose en Asturias, y más tras los terribles atentados del jueves y la madrugada del viernes, está en las fiestas multitudinarias que se celebran este verano, donde se están instalando todo tipo de obstáculos para evitar lo impensable, que un vehículo pesado pilotado por un yihadista se cuele en los recintos festivos y pueda causar una masacre.

Este fin de semana tendrá lugar la fiesta de San Timoteo y ya se han instalado pesados bloques de hormigón con el fin de cerrar el paso a la playa y a las calles del centro. También se ha acordado doblar la presencia de agentes tanto del Cuerpo Nacional de Policía como de la Guardia Civil, según señala el presidente de la Cofradía de San Timoteo, Antonio Álvarez. Desde las diez de esta noche no se podrá acceder a la playa de Luarca.

Los bloques de hormigón y las grandes jardineras que impiden el paso a las vías llenas de peatones ya se vieron también en Luarca con motivo de las procesiones de Semana Santa. No solo allí. Oviedo, Gijón y Avilés fueron objeto de un despliegue sin precedentes, con motivos de las procesiones y otras celebraciones, como las fiestas de Bollo o la Comida en la Calle que se celebra todos los años en la Villa del Adelantado.

En estas ciudades se instalaron pesadas jardineras -similares a las que aún pueden verse en grandes capitales como Madrid-, cuya envergadura impide el paso de vehículos de gran tamaño, así como bolardos y barreras móviles. En las fiestas del Carmín de la Pola se dio un paso más en cuanto a medidas de seguridad, puesto que se atravesaron camiones en los accesos al recinto festivo con el fin de impedir cualquier ataque.

En Gijón, durante la Semana Santa, se optó por ampliar el perímetro de seguridad con el fin de minimizar cualquier intento de ataque. En las recientes fiestas del Xiringüelu de Pravia, se incrementó la presencia de la Guardia Civil, con efectivos del Grupo de Reserva de León y de la Unidad de Seguridad Ciudadana adscrita a la Comandancia de Oviedo. Estos agentes llegaron a realizar una carga policial para desalojar el bar de la fiesta, algo infrecuente en este tipo de fiestas de prao.

Además, la presencia policial se hizo visible y constante en estaciones de autobús y ferroviarias, así como el Aeropuerto de Asturias y también los puertos, infraestructuras sensibles muy apetecidas por los terroristas. Estos despliegues de la Unidad de Intervención Policial (UIP) se diferenciaron no obstante respecto de llevados a cabo en las grandes capitales del país en que los agentes no mostraban de forma patente las armas de guerra (en concreto el fusil de asalto HK G36) que estaban autorizados a portar, con el fin de no alarmar innecesariamente a la población.

En el caso de Asturias, estas armas permanecían en el interior de los furgones policiales. No obstante, el patrullaje se ha mantenido desde la Semana Santa y es previsible que se incremente ahora tras los atentados de Cataluña, y más si llega a elevarse el nivel de alerta terrorista a 5, el máximo previsto. La Jefatura Superior de Policía de Asturias mantiene silencio sobre un hipotético incremento de la vigilancia.

Pasada la Semana Santa, en las ciudades asturianas se han reducido un tanto las limitaciones de acceso. En Oviedo, solo se impide el paso con bolardos en la concurrida calle Gascona, únicamente accesible a los vecinos de la zona. Otras zonas, como la plaza de la catedral o lo aledaños del Fontán, son perfectamente transitables. En Gijón, zonas con tanta afluencia de personas como la calle Corrida o el paseo del Muro no disponen de estas medidas de seguridad. En Avilés, se mantienen bolardos en las calles peatonalizadas, como La Cámara, aunque se trata de una medida implantada desde hace muchos años para evitar la circulación por determinadas zonas.

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