La nueva embajada de España en Afganistán, ubicada dentro de la llamada "zona verde" de Kabul, contará con medidas de seguridad "extraordinarias", incluido un perímetro de seguridad triple, muros de hormigón de seis metros y portones blindados fuera de los muros perimetrales y, en el interior, "tres cuartos seguros para a alojar a todo el personal en caso de alarma, dotados de todas las medidas de seguridad necesarias".

Después de que la anterior embajada sufriera un atentado que acabó con la vida de dos policías, en diciembre de 2015, en la nueva legación de España, un edificio de nueva construcción, se atenderá a las visitas en una zona exterior al edificio principal y así se evitará el acceso de personas no autorizadas.

Además, en el exterior del edificio estará el servicio de seguridad privada local, formado por dice vigilantes locales "pertenecientes a la región de Panshir".