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ANÁLISIS

Javier Fernández: despedida personal, firmeza institucional

El ya exsecretario general de la FSA expresó ante los jueces su firme posición sobre el Estado, que optó por callar ante su partido

El presidente del Principado, Javier Fernández, decidió obviar la cuestión territorial o la crisis catalana en su discurso de despedida como secretario general de la FSA porque optó por una intervención personal y de repaso de lo que para él ha supuesto liderar durante 17 años el socialismo asturiano.

Fernández calló ante su partido una posición que ha manifestado con firmeza en muchas otras ocasiones y quiso que sus palabras tuvieran un carácter íntimo, con una meditada referencia a su antecesor, Luis Martínez Noval. Tampoco realizó un discurso basado en lo que había sido su gestión en los últimos cuatro años, aun consciente de que el sector "sanchista" podía afeárselo.

En cambio, Javier Fernández se "mojó" en la apertura del año judicial. En su intervención, el presidente del Principado mostró una firme defensa de una reforma constitucional alejada de las propuestas confederares que, a su juicio, conducen "a la desintegración". Su alocución recibió una cerrada ovación, que seguramente no habría cosechado en su propia casa, que el pasado fin de semana bendijo el estado plurinacional de Pedro Sánchez y la cooficialidad del asturiano. Los más afines a Fernández vieron en ese respaldo de los jueces una muestra de "orfandad de liderazgo que sufre el país en estos tiempos".

Ante la mayoría de los presidentes de los tribunales superiores de justicia de España, Fernández advirtió de que "las apelaciones huecas al diálogo y a la voluntad política son ejercicios inútiles de buenismo". A su juicio, "sin un respeto a las reglas del juego, el diálogo carece de garantías".

Javier Fernández no ha ocultado su discrepancia con el modelo territorial que defiende Pedro Sánchez y que se ha introducido ya en la médula socialista al incluirse la idea de estado plurinacional en las ponencias de los distintos congresos: del federal a los regionales.

En una entrevista concedida a LA NUEVA ESPAÑA el pasado mes de julio tras cesar como presidente de la gestora del PSOE nacional, Fernández admitió que la idea de plurinacionalidad "es una decisión que ha adoptado el congreso y por supuesto que la respeto, pero mi posición es distinta, es decir, en este caso estoy en evidente minoría. Una cosa es respetar las decisiones que toma el congreso, que las respeto el primero, y otra cosa es renunciar a mis convicciones". Sin embargo, en su última alocución como secretario general, ante los compañeros de su partido, prefirió ceñirse a un discurso personal y emocional tras 17 años de dedicación al PSOE asturiano.

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