El presidente catalán, Joaquim Torra, anunció ayer que pedirá "medidas cautelarísimas urgentes" al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y no descarta querellarse por "prevaricación" contra el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ante el "bloqueo" de los nuevos consejeros.

No obstante, horas más tarde, Torra ofreció por carta a Rajoy "restablecer la normalidad institucional" en Cataluña y abrir un "diálogo sincero", si bien le exigió que desbloquee "inmediatamente y sin más dilaciones" el nombramiento de todos los consejeros de su Govern, entre los que figuran dos presos, Jordi Turull y Josep Rull, y dos prófugos de la justicia, Toni Comín y Lluís Puig, que huyeron a Bruselas.

Turull y Rull han recurrido de amparo para pedir al Tribunal Constitucional que ordene al Supremo su excarcelación y que apremie al Gobierno para que publique en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) el decreto de nombramiento de los consejeros, a lo que Rajoy se niega por la inclusión en él de dos huidos y dos reclusos.

Torra recibió ayer el dictamen que encargó el pasado miércoles a la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat, que concluye que el Gobierno de Rajoy debe permitir la publicación en el DOGC de los nombramientos de los nuevos consejeros. Además, avala que tanto los presos como los huidos pueden tomar posesión porque "no tienen limitado el ejercicio de sus derechos políticos".

Paralelamente, antes del Pleno del Parlament, ERC aceptó que Toni Comín no delegara su voto, a fin de evitar que, de hacerlo, pusiera en riesgo los acuerdos que se aprobaran durante la sesión y la Mesa incurriera en un delito de prevaricación, según denunció la oposición.

El PSC y el PPC presentaron sendas peticiones de reconsideración para impedir que Comín votara por delegación, después de que un juez de Bruselas le levantara las medidas cautelares que le impedían salir de Bélgica. Sin embargo, si el diputado pisara suelo español, sería detenido.