La moda siempre sorprende, al igual que la manera de mostrarla. Y así quedó patente en el segundo de los desfiles organizados por la Unión de Comerciantes de Gijón y Carreño y que tuvo lugar en la sala Acapulco del Casino de Asturias.

A las nueve en punto de la noche ya estaba todo preparado para que las propuestas de Covadonga Sport hicieran aparición. Y siendo ésta una época idónea para preparar el cuerpo, no hubo mejor manera de comenzar que con las mallas deportivas. Los amantes del golf también tuvieron su minuto de gloria y este verano los campos de Asturias se verán adornados con vistosos pantalones piratas con estampados de flores para ella y pantalones de pinza y chalecos de punto para él. Y del campo a la playa, eso sí, siempre utilizando el biquini, una prenda imprescindible tanto para tomar el sol como para bañarse. Los favorecedores y atrevidos triquinis tampoco se dejaron de lado en la pasarela. Estampados y de alegres colores dieron paso al segundo establecimiento participante, aunque antes la pequeña gimnasta Diandra Fernández demostró sus habilidades adquiridas en el club gimnástico gijonés Stroke.

La moda más femenina y elegante llegó de la mano de Pili Castro. Los trajes de tres piezas -chaqueta, pantalón y camiseta- fueron algunas de las propuestas más aplaudidas de la muestra. Los estampados y, sobre todo, la tendencia marinera marcaron las propuestas del establecimiento, que apuesta por las faldas justo a la altura de la rodilla y los pantalones pirata. Éstos siempre adornados en sus costuras con algún que otro detalle.

Para presentar la siguiente propuesta, la lencería de Clarita, las modelos se adornaron con angelicales alas, aunque antes tuvieron que verse las caras con el demonio, personaje encargado de romper nuevamente el ritmo de la pasarela. Los rasos y las microfibras confeccionados en forma de sugerentes saltos de cama y conjuntos de ropa interior subieron el tono del desfile, que concluyó con las propuestas de Diva Novia. Y en esta ocasión los trajes más atrevidos fueron los mostrados por los novios. Los grises brillantes y los trajes de rayas, siempre complementados con chaleco, dieron pase a una novia clásica y sensual con escotes «palabra de honor», incrustaciones en pedrería y volantes en la cola.

El velo se sustituye, en esta ocasión, por discretos tocados de plumas y los blancos rotos se complementan con largos fajines de colores a modo de cola. Todo un derroche de elegancia, siempre con un punto de sofisticación, para el día más importante.

La moda urbana llega a las 21.00 horas con Shop, Parafernalia, F86, Dollar y The Room 41.