Viene de la página anterior

Para septiembre, está prevista la apertura de otra en Montevil y para 2009 otras dos, en Tremañes y Vega-La Camocha. Sin fecha aún está la inauguración de otro centro en Viesques.

Pero las escuelas infantiles de 0 a 3 años de titularidad pública que existen en Gijón no se reducen a estas seis, que están bajo responsabilidad de la concejalía de Educación. En Pumarín y en Roces existen otras dos, dependientes de la Consejería de Bienestar Social del Principado. Y, además, hay otra en El Natahoyo, la popular guardería de La Atalía, que está bajo responsabilidad municipal, aunque su gestión le corresponde a la concejalía de Servicios Sociales. Estos tres casos se explican porque la fundación de estos centros se remonta a hace más de diez años, cuando no existía el modelo actual y fueron creados para dar cobijo a niños con problemas sociales o económicos. Ahora, los responsables educativos del Ayuntamiento se plantean fusionar todas las escuelas bajo gestión de la concejalía de Educación.

«Queremos que todas las escuelas públicas dependan de nosotros», asegura Vilabrille. Para ello, prevén reservar algunas plazas para alumnos con problemas familiares. Para el resto, la prioridad a la hora de optar a una plaza será la que impera actualmente: que ambos padres trabajen fuera de casa.

Pero el problema a la hora de diferenciar una escuela infantil de otro tipo de centro (ludoteca, gabinete psicológico infantil...) que, sin tener licencia, actúa como tal, no se da entre las que son de titularidad pública, sino entre las escuelas infantiles de 0 a 3 años privadas. «No nos molesta que funcionen como nosotros, pero si lo hacen, que lo hagan cumpliendo todo lo que hay que cumplir», afirma Eloína Alonso, directora de la escuela infantil privada Donald, una de las que tienen licencia en la ciudad y que en total dan cabida a algo más de trescientos inscritos.

En Donald, centro ubicado en un antiguo chalet de La Guía y que cobra una cuota mensual de 230 euros a las familias de los alumnos, siempre hay actividad. Las doce educadoras que trabajan en el centro se saben de memoria el currículum que guía la educación de los ciento veinte niños de 0 a 3 años que acuden diariamente, durante un máximo de ocho horas, a esta escuela infantil, la que cuenta con un mayor número de plazas de entre las privadas de Gijón. «Para tener licencia de escuela infantil, es necesario que los niños vengan al centro regularmente y que se cumplan otros requisitos», asegura Alonso. Por eso, se lamenta de que en otros centros sin esa licencia se ofrezcan los mismos servicios. «No pueden dar comida y sé que en algunos tienen comedor», se lamenta esta maestra, especializada en Educación Infantil.

Alonso es una pionera en la educación de 0 a 3 años. Fundó su centro hace tres décadas, cuando este tramo educativo estaba completamente desatendido por parte de las administraciones y ni siquiera estaba implantado mayoritariamente el otro tramo de Educación Infantil, el de 3 a 6 años. Por entonces, las licencias de apertura las concedía el Ministerio de Sanidad. «Vinieron aquí, vieron las instalaciones y nos dieron el visto bueno». Por eso, Alonso conoce de cerca todo el proceso de evolución de estos centros, que desde hace dos años, dependen de las respectivas consejerías de Educación autonómicas.

El cambio de titularidad y la creación de los centros públicos trajo problemas a los responsables de los centros privados. «Cuando se montaron los centros públicos, pidieron que su personal tuviera experiencia y se provocó una fuga de los centros privados», asegura la presidenta de Aseipa. Según Berta Abello, las escuelas privadas están discriminadas por la administración, ya que «nuestros cuidadores tampoco pueden tener acceso a los cursos de formación y reciclaje que se imparten en los Centros de Profesores y Recursos (CPR) de Asturias». Un conflicto que afecta incluso a la denominación que desde la Consejería se quiere dar a las escuelas infantiles privadas. «Nos quieren llamar de otra forma, algo que no entiendo porque prestamos los mismos servicios que las públicas», dice Eloína Alonso.

En una situación intermedia se encuentran dos de las escuelas infantiles de más arraigo en Gijón. Son las de El Bibio y San Eutiquio, conocidas antiguamente como escuelas infantiles laborales. Estos dos centros gozan de una subvención pública para el tramo de 0 a 3 años que otorga la consejería de Bienestar Social, debido a la «situación histórica especial», en palabras de responsables educativos. Estos centros destinan algunas de sus plazas a niños con familias que arrastran dificultades de tipo económico o social (inmigrantes, minorías sociales...), por lo que desde hace décadas recibían ayudas por parte del Ministerio de Educación. Una situación que se ha prolongado tras la asunción de competencias por parte de la Administración autonómica. Por eso, en el año 2005, y tras duras negociaciones, consiguieron que se mantuviera su concierto económico. «Tenemos una demanda altísima», asegura Mari Cruz Collado, directora de El Bibio. «Incluso ya tenemos solicitudes para niños que aún no han nacido», añade.

También en estos centros son conscientes de la labor desarrollada en otros establecimientos que hacen las veces de escuela infantil sin serlo. Una situación que, lejos de atenuarse, se ha disparado en los últimos años debido a lo que se conoce como silencio administrativo. «Piden una licencia de apertura y se ponen a trabajar sin más, porque en la Administración nadie les pide responsabilidades», asegura Eloína Alonso. Y una situación de la que se favorecen muchos padres con escasos recursos económicos que, así, pagan los servicios de una escuela infantil a un precio mucho más barato, aunque los centros no reúnan las condiciones exigidas. Por eso, los docentes de la gran mayoría de estas escuelas dedicadas a los más pequeños piden un mayor control por parte de los responsables públicos y una mayor concienciación por parte de los padres para evitar que perviva una práctica irregular que afecta a muchos niños gijoneses.

Centros públicos

- La Serena.

- Los Playinos.

- Los Escolinos.

- Los Raitanes.

- Los Pegoyinos.

- El Campu.

- La Atalía (As. Sociales Ayto.).

- Pumarín (Bienestar Social).

- Roces (Bienestar Social).

Centros privados

- Caperucita Roja.

- Donald.

- Flipper.

- Heidi.

- La Quinta 3.

- Panda.

- San Nicolás.

Centros concertados

- El Bibio.

- San Eutiquio.