M. C. / J. M. / R. V.

Ovidio Blanco, ex jefe del equipo de arquitectos del Ayuntamiento de Gijón, entrará el próximo 5 de agosto en la sala del Juzgado de instrucción número 5 de Gijón en calidad de imputado en un presunto delito contra la Administración pública. Así lo ha decidido el juez Juan Laborda, decano de los jueces de Gijón e instructor de un caso que le ha tocado por turno, tras analizar la denuncia presentada por la Fiscalía de Asturias el pasado mes de junio, donde se habían detectado indicios de cohecho, tráfico de influencias y uso de información privilegiada en los procesos de compraventa realizados por Blanco en una finca de Cabueñes, que le reportaron un beneficio económico de unos 600.000 euros.

Laborda ha sumado al proceso a otras seis personas, todas ellas en calidad de testigos, y ha exigido al Registro Mercantil el historial complejo de la sociedad limitada Hoyant, a la que vendió y compró en sucesivas ocasiones Ovidio Blanco la misma finca de Cabueñes.

La lista de testigos incluye al responsable del equipo redactor del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), Luis Felipe Alonso Teixidor. El resto son Piedad Rodriguez Casado, esposa de Blanco y propietaria con él de la finca objeto de la polémica; Horacio Costales de Arriba, socio fundador -junto a Antonio Cueto Gancedo- de la firma Hoyant, dedicada a la promoción y venta de inmuebles, y Luisa García Fernández y Covadonga y Marcos Cueto García, viuda e hijos de Antonio Cueto Gancedo y sus herederos en el accionariado de Hoyant.

Luis Felipe Alonso Teixidor, urbanista que dirigió el equipo redactor del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2007, manifestó ayer: «Compareceré ante el juez y responderé a lo me pregunte». Teixidor se reafirmó, no obstante, en que «no hubo ninguna actuación irregular durante la tramitación del PGOU de la que yo haya tenido conciencia», es decir, irregularidades como los supuestos de cohecho, tráfico de influencias o información privilegiada que el fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo decretó en el «caso Blanco».

Blanco y su esposa compraron en marzo de 1992 a Hoyant una finca de 2.491 metros cuadrados, segregada de la finca La Llosona de Cabueñes, por 7.513 euros; finca que le revenden a Hoyant en 1998 por 8.414 euros, vuelven a comprarla en 2004 por 20.343 euros y venden de manera definitiva en enero de 2006 a la inmobiliaria Urbis, por 617.420 euros. Hoyant también vende ese año La Llosona a los promotores del plan parcial de Cabueñes. Esa venta final se concreta en 5.704.798,48 euros. A lo largo de estos años la finca ha pasado de ser un terreno no urbanizable a estar dentro de un plan parcial que desarrolla 655 viviendas en la parroquia gijonesa.

Ovidio Blanco, que tomó posesión de su plaza de arquitecto en el Ayuntamiento de Gijón en 1979, estuvo directamente vinculado a los procesos de diseño de las actuaciones urbanísticas gijonesas hasta 2004, cuando solicitó la excedencia voluntaria para dedicarse al ejercicio privado de su profesión. Desde su despacho privado, Blanco fue uno de los contratados por los promotores del área residencial para diseñar el complejo de edificios, viales y zonas verdes. Un puesto en el que le acaba de sustituir Jovino Martínez Sierra.

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