R. GARCÍA

Una llamada anónima al servicio de radiotaxi de Gijón puso ayer en alerta los juzgados penales de la ciudad, situados en la avenida Juan Carlos I. Alrededor de las once de la mañana un ciudadano alertó a los taxistas de la presencia de una bomba en la sede judicial gijonesa. Radiotaxi alertó entonces a los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, que se desplazaron a la zona.

Los funcionarios desalojaron el edificio durante una hora como medida preventiva y revisaron al completo las dependencias judiciales. Una vez que se comprobó que el aviso de bomba era falso, las instalaciones volvieron a su actividad habitual.

Los juzgados vivieron momentos de caos ante la necesidad de posponer algunas de las sesiones que se estaban realizando en el momento en el que tuvo lugar el falso aviso de bomba. Los agentes de la Policía investigan ahora quién es el responsable de este falso aviso para detenerle y para que asuma las responsabilidades que correspondan.