J. L. A.

La estrategia de la Autoridad Portuaria de Gijón pasa por diversificar los tráficos para tener menos dependencia del movimiento de graneles sólidos, un segmento de actividad en el que El Musel ocupa el liderazgo nacional. El peso de las operaciones de Arcelor-Mittal y de las empresas eléctricas, fundamentalmente HC Energía, es determinante en la cuenta de resultados de las instalaciones gijonesas. La regasificadora aprobada para la zona de la ampliación aportará 3,5 millones de toneladas y el atraque de 80 buques gaseros al año, según previsiones del Puerto.

Nadie ha explicado aún cómo afectará la entrada en funcionamiento de la regasificadora a los desembarcos de carbón térmico, pese a que es lógico pensar que la apuesta por la generación eléctrica a través de centrales de ciclo combinado supondrá una bajada de las importaciones de mineral con destino al consumo térmico.

Enagás, adjudicataria de la regasificadora, recibió el pasado día 21 las casi 22 hectáreas -ganadas al mar- para iniciar sus trabajos. Es una inversión directa de 377 millones, que, según el presidente del Principado, abre la puerta a otras que sumarán entre 3.500 y 5.000 millones. El consejo de administración de El Musel tiene previsto adjudicar este mes la central de ciclo combinado, que se hará en suelo de Aboño, por la que pugnan HC Energía y Endesa.

La autopista del mar con Nantes-Saint Nazaire también debe contribuir a la diversificación del perfil portuario de El Musel. Según estimaciones ya publicadas, puede aportar un millón de toneladas en un año. La conexión está aún pendiente de la aprobación por parte de los parlamentos de España y Francia.

El Musel debe crecer, asimismo, en el negocio de la mercancía contenedorizada, donde aún tiene mucho margen, pero debe mantener su actual peso como puerto de minerales hasta consolidar las nuevas apuestas.