Adviento es la alegría de un Dios hecho hombre, la apertura gozosa de un futuro sin salida. Las promesas de Dios, a través de la historia, no pueden transmitir la imagen desoladora de una humanidad condenada a la tristeza y a la amargura. El mensaje de Jesús es optimista e inspira felicidad.

«El Señor está cerca». Éste es el mensaje del Adviento, que no es una ilusión que nos creamos los creyentes ante la necesidad de inventar un futuro salvador que nos suavice las dificultades de la vida, las incertidumbres y oscuridades de la existencia humana

«Alégrate, el Señor está en medio de ti», nos recuerda el profeta Sofonías. «Estad siempre alegres, os lo repito, estad alegres», dice el apóstol San Pablo a los cristianos de Filipos. Quien es consciente de la presencia de Dios en él vive su vida lleno de confianza, porque se siente bien acompañado.

Juan Bautista, austero e inconformista, original e independiente, anuncia la Buena Noticia en el desierto, lejos de Jerusalén y del templo. Al pueblo, que estaba en expectación, el Bautista le grita: «¡Que cada cual dé los frutos que exige la conversión!». A los recaudadores de impuestos les pide que no cobren más de lo ordenado, a los soldados les aconseja que no quiten nada a nadie con amenazas o falsas acusaciones y que se conformen con su paga. Ante la pregunta, ¿qué debemos hacer?, que aparece tres veces en el texto de Lucas, Juan responde: «Comparte túnica y comida con los que no tienen, no abuses, no engañes, no extorsiones, sé honesto y justo en los negocios.

La Iglesia y los cristianos debemos manifestar un testimonio respetuoso, servicial y comprensivo, evitando la imposición y la arrogancia. Debemos ser signos del amor universal de Dios hacia los que están en inferioridad de condiciones en relación con los demás en esa desigualdad social, que margina y anula a tantas personas y a tantos pueblos por el afán desmesurado de poseer y por la injusta distribución de los bienes. El mundo exige signos testimoniales. La gente está en expectación, no se siente satisfecha y espera que cambien las cosas y que alguien les dé respuesta a sus anhelos.