Si la charanga «Los Pachuchos» perviviera, sería una de las más antiguas de la ciudad. De esa formación surgieron «La Murga San Julián» y los últimos charangueros de esta serie, «Los Tardones», que llevan quince años formando parte del Antroxu gijonés. Su nombre se debe a la «inexistente puntualidad» de los «jefes» o voces cantantes del grupo, que se cifran entre veinte y cincuenta miembros. Ensayan dos veces por semana en el Colegio Manuel Martínez Blanco y lo hacen durante todo el año; así que ni en invierno ni en verano cesan de reunirse para decidir las letras satíricas con las que arrancarán las risas y los aplausos del respetable en el teatro Jovellanos.

Este año, su actuación estelar tendrá lugar el domingo. «Somos los primeros en salir», comenta Mino, uno de sus miembros, «y, desde luego, llevaremos unos trajes muy chulos», continúa.

Pero no será su única intervención: con seguridad visitarán las fiestas de Santa Eulalia de Cabranes e incluso se desplazarán a Mieres, Oviedo o Grado, como ha ocurrido en otras ocasiones. Enol, el benjamín, de sólo 2 años, también se unirá a la fiesta.