Á. CABRANES

Orri Vigfusson, presidente de la NASF (Fundación del Salmón del Norte del Atlántico), apremia a que «en los próximos diez años se practique la pesca de captura y suelta del salmón atlántico. De no ser así, estamos abocados a su extinción». El empresario islandés, que esta noche, a las 21.00 horas, encabezará en el Casino de Asturias una cena en favor de la recogida de fondos para su fundación, cree que «gobiernos y empresas pesqueras deben concienciarse».

«El problema de haber capturado tantos salmones antes nos lleva ahora a no poder matarlos. El 2009 ha sido el año con peores resultados de repoblación. Noruega es el país que menos esfuerzos está realizando, y además, sus numerosas capturas limitan el camino de los salmones hacia Rusia», destaca Vigfusson. Hace veinte años inició un proyecto internacional para frenar las técnicas abusivas del salmón que llega a los ríos asturianos. A través del dinero que recauda su fundación, trata de llegar a acuerdos comerciales con empresas pesqueras y modificar normativas gubernamentales para favorecer la reproducción de esta especie. «Hemos llegado a un acuerdo con el 80% de los pescadores comerciales con los que hemos tratado. Todo el mundo entiende nuestra iniciativa, pero el problema no es social, sino económico», subraya el islandés. Vigfusson advierte de que «debido al calentamiento global, el salmón está buscando ahora latitudes más al Norte para el desove» y enfatiza en que «el stock actual de reproductores está en índices alarmantes».