Tazones (Villaviciosa),

Mariola MENÉNDEZ

Tazones quiere homenajear su historia y su tradición, tan vinculadas a la mar. Con este objetivo, la asociación de vecinos ha iniciado las gestiones con el Ayuntamiento de Villaviciosa para crear un museo marítimo en la antigua vivienda de los torreros. Entre los proyectos que se barajan destaca una muestra sobre la carpintería de ribera.

Ejemplo de esa tradición marinera es el faro de Tazones, ubicado en la Punta del Olivo o Les Ariceres, todo un emblema desde que entró en funcionamiento el 15 de mayo de 1864. Entonces emitía una luz blanca fija, que podía divisarse a siete millas de distancia, apunta la tazonera Cristina Carneado. Al poco tiempo de su inauguración, un rayo afectó a la linterna y a la óptica. Otro rayo volvió a inutilizar las instalaciones en 1926. Entonces se colocó un sistema que emitía un destello blanco, con un alcance de 8 millas, apunta Carneado.

A partir de 1953 dispuso de un nautófono de señales acústicas, para los momentos en los que la niebla no permitía ver la luz. El faro, ya automatizado, se levanta a 127 metros sobre el nivel del mar. Su torre, que mide 11 metros, está adosada a la vivienda del torrero, donde los vecinos plantean un museo marítimo del que Tazones carece, a pesar de su tradición marinera.